El Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora, acordó este martes iniciar un juicio “político y penal” contra el presidente Nicolás Maduro, para determinar su responsabilidad en la “ruptura del hilo constitucional” por la suspensión del referendo revocatorio.
Calificándolo de “juicio político” aunque no está estipulado en la Carta Magna, los diputados también acordaron citar a Maduro a la sesión del próximo martes para que “se someta al escrutinio del pueblo” y responda a las acusaciones.
La propuesta fue presentada por el jefe de la bancada opositora, Julio Borges, quien la justificó en la declaración que hizo el domingo el Parlamento acerca de que el freno al referendo consumó un “golpe de Estado” en el país petrolero.
Poco antes de la votación, el diputado Diosdado Cabello, número dos del chavismo, había calificado la iniciativa como “un absurdo” y recordó que el Parlamento fue declarado en “desacato” por la justicia y sus decisiones consideradas nulas.
“Esto es una ópera bufa, no es más que un mecanismo de desestabilización para generar caos y crispación”, aseguró el diputado oficialista Pedro Carreño, durante el debate parlamentario.
El constitucionalista José Ignacio Hernández señaló que aunque un juicio político no está expresamente previsto en la Constitución, sí está contemplada la figura de “responsabilidad política”.
Acompañado por el alto mando militar, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, rechazó este martes la declaración del Parlamento y reiteró su “incondicional lealtad” a Maduro.
El conflicto político arreció tras la suspensión, el 19 de octubre, del referendo revocatorio contra Maduro, en un país que sufre una severa crisis económica, con grave escasez y una inflación que el FMI calcula en 475% para este año.
La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que controla el Parlamento, tomó la decisión unánimemente pese a mostrar divisiones en torno a la apertura de un diálogo con el gobierno, anunciado por el enviado del Vaticano, Emil Paul Tscherrig, nuncio apostólico en Argentina.
“Hasta que no se restituya el orden constitucional es imposible realmente que haya un proceso de diálogo (…) No caigamos en el juego del gobierno que quiere dividirnos”, dijo el ex candidato presidencial Henrique Capriles, al reiterar la convocatoria a una protesta nacional el miércoles.
Según Tscherrig, en una reunión entre delegados del gobierno y el secretario de la MUD, Jesús Torrealba, la primera en dos años y medio de crisis, se definieron “temas, metodología y cronograma” para iniciar el diálogo el domingo en la isla Margarita (norte).
Pero poco después de ese anuncio, Capriles y otros altos dirigentes de los tres principales partidos de la MUD, como el jefe parlamentario Henry Ramos Allup, y el encarcelado Leopoldo López, dijeron haberse enterado por televisión de la reunión en Margarita.
Oficialmente, la MUD aún no ha rechazado el arranque de las conversaciones el domingo, aunque puso como condición que sea en Caracas. “Si unos quieren ir y otros no, es un fracaso. Tenemos que lograr que la Unidad entera tome la decisión”, declaró Borges.
“¡Que falta de respeto para el país!. Ese es parte del problema, toman una decisión política y luego la cambian. Una barbaridad”, aseguró el jefe de la fracción oficialista Héctor Rodríguez, en el hemiciclo; Cabello lo secundó: la “derecha venezolana no tiene palabra y está muy divida”.
El anuncio de Tscherrig se dio simultáneamente con una reunión que sostuvo Maduro en Roma con el papa Francisco en el cierre de una gira por Medio Oriente, en la que también se alcanzó a entrevistar en Lisboa con el próximo secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
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