El gobierno indicó que estaba "siguiendo con atención la situación migratoria en Roraima" ya que, a pesar de que muchas de las personas solo llegan a Brasil a "buscar productos", otros deciden permanecer y buscar empleo ilegalmente
El jefe de Gabinete de Brasil,
Eliseu Padilha, se reunirá este lunes con los representantes de la Fuerza
Armada, del Ministerio de Justicia y de Cancillería para estudiar un aumento
del ingreso por la frontera norte, de venezolanos que buscan escapar de la
crisis económica en el país.
A pesar de que no se conocen los
números exactos de los venezolanos que han inmigrado a Brasil a través de la
frontera, se contempla el salto que se ha dado, de tan solo un pedido de
refugio en 2010 a los 1.805 contabilizados este año, esto según datos del
Ministerio de Justicia recolectados en el estado de Roraima.
La semana pasada, el gobierno
resolvió enviar una misión a Roraima, unos 2.500 kilómetros al norte de
Brasilia, luego de intercambiar datos con la Policía Federal y el Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En esa ocasión, el gobierno dijo
que estaba “siguiendo con atención la situación migratoria en Roraima, donde
hay un creciente número de venezolanos que solicitan asilo. La situación en
Venezuela ha inducido a un aumento del movimiento migratorio. El asunto no se
restringe al refugio, sino que está ligada a una ola migratoria de tipo
económico”.
Brasil, con los estados de
Amazonas y Roraima, tiene una frontera común de 2.200 kilómetros con Venezuela.
La proximidad y las vías de
acceso terrestre favorecen el tránsito de personas, muchas de las cuales solo
llegan a Brasil “a buscar productos y luego vuelven”, según el ministerio. Pero
otros deciden permanecer y buscan empleos o realizan trabajos informales.
La concesión del estatus de
refugiado por cuestiones económicas es altamente inusual, explicó a la AFP una
fuente interiorizada con asuntos migratorios.
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