La intención de la petrolera es crear temor sobre un posible default y así aumentar el número de tenedores en la operación
La decisión de anunciar otra
prórroga, que finalizará el 21 de octubre, forma parte de un plan que Pdvsa
lleva a cabo para atraer el interés de los inversionistas. El plan está
acompañado de otras acciones como la llamada en conferencia efectuada ayer y
organizada por el Deutsche Bank. Se había anunciado que el presidente de Pdvsa,
Eulogio del Pino, estaría presente y participaría, pero luego fue disculpado
ante los que atendieron a la cita. Informaron que había sido convocado por el
presidente Nicolás Maduro para una reunión.
En lugar de Del Pino estuvo el asesor
legal de su despacho, Rafael Rodríguez, quien trató de dejar el mensaje de que
si no hay una gran participación en el canje de Pdvsa, la petrolera podría caer
en defautl y los tenedores de bonos pueden verse afectados. Las respuestas de
Rodríguez aclararon poco las preguntas del grupo de inversionistas en la
teleconferencia, que estuvo cerrada para los medios de comunicación.
Rodríguez también indicó que no
es cierto que las instituciones del Estado sean las que están interesadas
mayoritariamente en participar en el canje. Ante la pregunta de uno de los
participantes de que el ahora ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres,
declaró en una oportunidad que 20% de la cartera de bonos total de la industria
estaba en manos de instituciones del gobierno, indicó que tal realidad pudo
haber cambiado con el tiempo.
Una fuente del mercado
internacional señaló que la impresión general que quedó luego de la conferencia
es que Pdvsa no tiene otra opción que ejercer fuerte presión para que el canje
tenga una mayor participación, y utilizar la cláusula de default como un
instrumento de riesgo que puede ser activado. Sin embargo, hay quienes piensan
que aún con baja participación, la petrolera tendría mucho que perder
declarando una cesación de pago, por lo que lo ven como una “táctica muy de
buitres”.
Ayer todos los bonos de la
petrolera se vinieron abajo ante los ojos incrédulos de muchos brokers de los
mercados internacionales. La razón fue precisamente la mala impresión que dejó
Rodríguez. Es la primera vez que Pdvsa asoma la posibilidad de que realmente
podría declarar una cesación de pago. En los próximos días se verán los
resultados de esta estrategia.
Mientras tanto, desde el propio
seno de la industria petrolera hay preocupación por el futuro que puedan tener
las renegociaciones de compromisos de pago con proveedores como China y Rusia.
De hecho se supo que Venezuela se retrasó en el pago de 265,2 millones de
dólares con ese país. Las acreencias totales llegan a 2,62 millardos de
dólares.
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