El concejal opositor Orlando Rodríguez aseguró que el centro de salud está "contaminado por todas partes". Denunció que allí no disponen de insumos esenciales como yelcos. Germán Rodríguez, director Regional de Salud en Guárico, explicó que la situación se debe a la alta demanda y la "guerra económica". Señaló que a pesar de los problemas el hospital ha respondido con diligencia a los pacientes
Ya era el cuarto día de una
búsqueda que cada vez parecía más inútil. La abuela de una bebé de 3 meses, que
prefirió mantenerse en el anonimato, salió el 26 de agosto a preguntar por unos
medicamentos que hace cinco o seis años estaban disponibles en prácticamente
cualquier farmacia del país.
Diagnóstico: bronquiolitis, una
infección en las vías respiratorias que es común en lactantes. La menor necesitaba,
de acuerdo con los doctores que la atendieron, hidrocortisona, Berodual y
solución fisiológica al 0,9%.
Por un momento la mujer se sintió
culpable al pensar en una famosa declaración de la ministra Luisana Melo. El 22
de enero de este año la funcionaria señaló que el motivo de la escasez de
medicinas es que la gente las usa irracionalmente. "Los venezolanos somos
los que consumimos en el mundo el mayor número de medicamentos per
cápita", explicó ese día, cuando estaba inaugurando la estancia para
pacientes oncológicos del Hospital Miguel Oráa, en Portuguesa.
Sin embargo, la abuela continuó
con su enredada búsqueda. Acompañada por unos amigos, consultó en las farmacias
Farmatodo, Saas, Virgen del Carmen, Farmacia del Pueblo, entre otras. Ninguna
poseía los productos.
Regresó decepcionada al Hospital
Dr. Rafael Urdaneta, en Calabozo, donde estuvo internada su nieta. En el centro
de salud tampoco hay suficientes medicamentos para otorgarlos a todos los
pacientes, así que muchos deben adquirirlos por cuenta propia.
Al final, la afectada los halló a
través de unos allegados. "Unas compañeras me ayudaron. Tuve suerte de
conseguirlos. Menos mal que solo es una bronquiolitis. Imagínate, ¿cómo hace la
gente que sufre de enfermedades más fuertes?", expresó.
El Rafael Urdaneta es el único
hospital público con el que cuenta Calabozo, indicó Ubaldo Ruiz, historiador e
investigador de la ciudad. Fue inaugurado en 1976, durante el primer gobierno
de Carlos Andrés Pérez. En ese momento funcionaba de manera regular, pero con
el paso del tiempo sufrió deterioros.
En la actualidad, la
infraestructura está desgastada y los servicios no se encuentran en las mejores
condiciones, debido principalmente a la falta de recursos.
Desde lejos, el centro de salud
se ve como un modelo para los demás hospitales del país. La pintura que lo
cubre está relativamente nueva y la emergencia pediátrica, recuperada
recientemente, luce en buena situación.
Al estar en su interior la visión
cambia. Hay paredes repletas de filtraciones y varios pasillos (especialmente
el de emergencia para adultos) que poseen poca luz eléctrica. Existen pisos tan
colmados de oscuridad que la gente puede tropezarse.
En los pisos uno y dos, los
cuartos de basura suelen estar rebosados de desechos como servilletas sucias,
cartones de jugo o tela quirúrgica. Como en cualquier lugar, hay cucarachas y
ratones, solo que en este centro de salud dichos animales "invaden hasta
consultorios", contó una paciente.
Las propagandas pro oficialistas
destacan con los rostros de Hugo Chávez o de Nicolás Maduro, contrastando con
carteles que tienen advertencias como "Disculpen. No se están realizando
radiografías. Máquinas del servicio inoperativo".
Orlando Rodríguez, concejal
opositor del municipio Miranda de Guárico, opinó que el hospital se encuentra
en estado deplorable. "Si vas allí es para morirte. No tienen ni siquiera
un yelco. No hay material médico quirúrgico, las chiripas se comen el hospital,
el mantenimiento es terrible. Está contaminado por todas partes". Hay una
etapa neonatal en construcción que –denunció el funcionario- tiene cuatro años
de retraso.
Una estudiante de medicina que ha
participado como observadora en las áreas de obstetricia y pediatría del
establecimiento sanitario, y que pidió no revelar su nombre, advirtió que el
lugar no cuenta con lo básico para trabajar en un hospital. "No hay gasas,
inyectadoras o yelcos. Y si alguno de estos está disponible, los encargados de
ellos son muy reservados con la permisión del uso. Tienen que ser emergencias
extremas o personas que no cuentan con recursos para comprarlos", añadió.
Los pacientes -refirió la joven-
deben llevar todo lo necesario para aplicarse un tratamiento. "Si te van a
hospitalizar, te piden desde las jeringas hasta las soluciones". Acotó que
los fármacos que suelen estar disponibles son los analgésicos, los antibióticos
y los antieméticos (para los vómitos).
A pesar de las condiciones del
lugar, destacó la labor del personal médico y de enfermería, quienes hacen lo
que pueden con lo poco que detentan.
"Los médicos trabajan con
las uñas", ilustró.
- Lea: "El doctor me hizo
perder a mi bebé": historia detrás de las paredes del Hospital de Calabozo
Guerra económica y exceso de
demanda
El capitán de navío Germán
Rodríguez, director Regional de Salud en Guárico, explicó que el problema con
la escasez de insumos en los hospitales del estado obedece a que la demanda de
usuarios supera la capacidad instalada.
Por ejemplo, el promedio semanal
de partos en Guárico es de 291, pero el último reporte de su despacho fue de
417. Es decir, 126 recién nacidos adicionales. "Casi 50%. Claro que habrá
problemas con los insumos", agregó.
Al existir una variación
significativa de la demanda, los presupuestos se ven limitados. "En cambio
tú ves clínicas que atienden cuatro pacientes cuando disponen de 40
camas".
A su juicio, es necesario que la
población acuda en primera instancia a los ambulatorios, con el fin de aminorar
la cantidad de gente en los hospitales. De esta forma se evitaría el desgaste
de los establecimientos sanitarios principales.
Reconoció que en la escasez
igualmente influye la "guerra económica". No obstante, señaló que en
Guárico los ciudadanos son tratados con la mayor diligencia posible, contando
con el apoyo de la Gobernación y de la Alcaldía del Municipio Miranda.
"El año pasado logramos un
récord histórico en el estado de 11.050 cirugías. Este año vamos camino a
romper ese número (...) 150 cesáreas a la semana, por ejemplo, es un número
bastante grande. Si combinas eso con las intervenciones quirúrgicas semanales,
que son cerca de 600, vemos que es una cifra respetable para Guárico".
Indicó, para sustentar su
argumento, que las protestas en Guárico por inconvenientes con la salud son
escasas. Aseveró que ningún hospital ha sido paralizado porque su dirección
ofrece respuesta oportuna.
Sobre la infraestructura del
Hospital de Calabozo, el capitán Rodríguez informó que el Ministerio de la
Salud se encargará del mantenimiento de las calderas, internamente serán
resueltas la pintura en las paredes y la falta de luz eléctrica y la
Gobernación colabora en la reparación de los aires acondicionados.
¿Y el tomógrafo?
El concejal Orlando Rodríguez
denunció que la Gobernación de Guárico no permite que los calaboceños se
beneficien del centro de tomografía situado en el Hospital Dr. Rafael Urdaneta.
Afirmó que solo los funcionarios
de dicho despacho pueden practicarse el examen.
Para leer más sobre la ciudad
guariqueña ingrese a "El ocaso de Calabozo".
Indicó que conoce el caso de un
ciudadano que sufrió un accidente cerebrovascular y no le han realizado la
prueba.
Fuente: EL NACIONAL WEB