La meta es mantenerse en el poder por cualquier vía, aun a sangre y fuego. Ellos necesitan encubrir las atrocidades cometidas.
También observamos detallados
análisis de quienes demostraban cómo si es posible la realización del
plebiscito aun cuando el cuarteto dirigente del Consejo Nacional Electoral
intentara fraudulentamente llevar la consulta hasta el 2017, como ya anunciaron.
Tales iniciativas estaban bien
fundamentadas, como también experiencias anteriores llevadas a cabo por estas
mismas autoridades cuando se implementó tal proceder en la oportunidad que el
gobernante Hugo Chávez Frías estaba en el poder, demostraban la patraña.
En ese entonces los lapsos,
máquinas y centros fueron suficientes. El proceso se llevó a cabo a nivel
nacional conforme a la fecha planteada a pesar de las triquiñuelas
inconstitucionales para desvirtuar el proceso.
Para el momento Hugo Chávez tenía
las encuestas a su favor ya que aún se imponía el verbo adormecedor del barinés
con ofertas vagas cuantiosas, mientras asaltaba el erario nacional a sus anchas
junto a la banda de pérfidos que a estas alturas se mantienen en el gobierno.
Aun cuando guardo serias dudas
sobre esa consulta por la negativa de las autoridades electorales en permitir a
un representante de la oposición estar presente en la convalidación,
adversarios y chavistas aceptaron el fallo.
Cuando la mayoría electoral del
terruño hace escasos meses manifestó estar a favor del sector antagonista
otorgando la superioridad calificada de diputados para llevar adelante la
Asamblea Nacional, quedó confirmado querer por cualquier vía salir de la
dictadura instaurada en Venezuela.
Hace poco el larguirucho
mandatario anuncia que oficiales de alto rango estarán responsabilizados de las
tareas alimenticias que garanticen el sustento del pueblo, cuando en realidad
es la fachada adoptada para asumir el generalato las riendas del poder
amparados en la legitimidad de origen del escogido.
Desde tal iniciativa se asienta
el gobierno a tres manos: Nicolás Maduro, los militares de alta jerarquía de
los incómodos allegados y los boliburgueses operadores del desbarajuste
económico.
La meta es mantenerse en el poder
por cualquier vía, aun a sangre y fuego. Ellos necesitan encubrir las
atrocidades cometidas.
La población mayoritariamente
adversa a la administración representada en la Mesa de la Unidad Democrática no
permitirá ser desairada y hará realidad lo expresado por Jesús Torrealba,
secretario de la MUD: “El revocatorio de Maduro será este 2016” y se la juega.
Amparada en las leyes y bajo el
artículo 350 de la Constitución Nacional, la sociedad debe declararse en
desobediencia civil y proceder a tomar pacíficamente las instalaciones
gubernamentales con “la toma de Venezuela”, jornada ya anunciada por la MUD y
cuyos detalles se conocerán el venidero lunes.
Los déspotas llevan al ciudadano
a penurias extremas, mientras el hombre de a pie exige justicia.
No reparó la directiva del CNE en
burlar el artículo 72 de la carta magna que establece claramente el
procedimiento del revocatorio para funcionarios electos.
Las delincuentes damas
violentando el estado de derecho pretenden imponer al actual gobernante el cual
se ha deslegitimado por el indebido ejercicio de sus funciones.
La población hambrienta en la
calle respaldada por el artículo 350 se dispone a acorralar las fuerzas armadas
institucionales para que Maduro se ausente del país, confiados que las armas
están del lado del hombre común.
El Consejo Nacional Electoral al
no convocar el referéndum ni las elecciones de alcaldes y gobernadores incurre
en delitos graves por ausente cumplimiento de su deber que bien podría acarrear
la destitución de la directiva y su encarcelamiento por años.
La lucha continúa y Henrique
Capriles lo expresa claramente: “Hay que hacer valer la mayoría”.
Hay alternativas y todas deben
ser agotadas; recuerden que Nicolás Maduro, según denuncias, es un usurpador
mientras no muestre su local partida de nacimiento y ser fehacientemente
venezolano para el cargo.