Por lo general, el siguiente paso es buscar un acuerdo extrajudicial que les llevaría a declararse culpables y luego colaborar con las autoridades a cambio de una recomendación de una sentencia menor.
Los datos contenidos en los
celulares y las computadoras confiscadas a los sobrinos del gobernante
venezolano Nicolás Maduro contienen evidencias de que integrantes del círculo
interno de la familia presidencial también están involucrados en operaciones del
narcotráfico y la devastadora información, recogida en el equivalente de 8,000
páginas de transcripciones, podría ser develada próximamente al público.
Los datos obtenidos aportan
pruebas adicionales sobre la presunta participación de los acusados en una red
de narcotráfico, la participación de sus familiares en esa organización, el uso
de dinero de las drogas para financiar campañas políticas en Venezuela, e
incluso órdenes de matar emitidas a sicarios, dijeron a el Nuevo Herald fuentes
cercanas al caso.
“Allí hay de todo”, dijo una fuente que habló
bajo condición de anonimato. “Allí hay dos o tres años de comunicaciones, y
mucha de ella es de naturaleza personal. Pero también está toda la parte de
narcotráfico y política, porque allí esta cómo los acusados interactuaban, cómo
financiaban campañas, cómo operaban como unas mafias y hay dos sicariatos”.
Las nuevas pruebas, que aún no
han sido registradas en el sistema electrónico de la corte, echan por tierra la
teoría presentada por la defensa de que los acusados eran solo jóvenes
empresarios que estaban incursionando por primera vez en el negocio del
narcotráfico bajo auspicio y engaño de funcionarios de la Agencia Antidrogas de
Estados Unidos (DEA).
Pero también están los detalles
de la participación en la red de narcotráfico de otros integrantes del círculo
más cercano de la pareja presidencial y de integrantes de la Casa Militar en
Venezuela, algunos de los cuales ya fueron citados para comparecer ante el gran
jurado.
La estrategia de defensa de los
sobrinos –Efraín Campo y Franki Flores– se vino abajo el miércoles, luego de
que el juez que lleva el caso en la Corte Federal del Sur de Nueva York
rechazara la solicitud de desestimar las conversaciones grabadas y las
confesiones que ellos mismos brindaron y que los implican directamente en una
conspiración para colocar 800 kilos de alta pureza en Estados Unidos.
Esa decisión no le causa sorpresa
a Félix Jiménez, quien llegó a ocupar el tercer puesto en importancia en la DEA
antes de pasar a retiro.
“Este fue un caso que se empezó a
tratar por la DEA desde el inicio con mucha cautela. Todo se hizo siguiendo las
reglas del libro, precisamente para que este tipo de objeciones que presentó la
defensa no tuviera éxito en una corte”, dijo Jiménez desde Miami.
“La DEA, como otras agencias de
investigaciones de Estados Unidos, tiene su procedimiento de cómo hacer las
cosas que va siendo ajustado dependiendo de lo que sucede en corte. Y cuando
vemos un fallo sobre un procedimiento, inmediatamente lo corregimos”, explicó.
Los abogados de la defensa
normalmente saben que las solicitudes de suprimir evidencia recogida por la DEA
por lo general fracasan, precisamente porque los agentes toman todas las
precauciones para proteger el caso. Eso, no obstante, no impide que lo intenten
de todas maneras, como sucedió con el caso de los sobrinos.
Por lo general, el siguiente paso
es buscar un acuerdo extrajudicial que les llevaría a declararse culpables y
luego colaborar con las autoridades a cambio de una recomendación de una
sentencia menor.
La Fiscalía Federal del Distrito
Sur de Nueva York ya citó a 18 personas en Venezuela, entre los que se
encuentran familiares de Maduro y de su esposa, Cilia Flores, en base a las
pruebas obtenidas a través de los celulares y las computadoras que ocupadas a
los sobrinos cuando fueron arrestados.
Según las fuentes consultadas por
el Nuevo Herald, entre los citados se encuentran integrantes de la familia
inmediata de la pareja que gobierna a Venezuela, así como integrantes de la
Casa Militar.
“La fiscalía tiene un As bajo la
manga. Cuando arrestaron a los sobrinos, les quitaron la laptop, las tabletas y
los teléfonos. Y acaban de recibir el informe forense”, relató una de las
fuentes cercanas al caso.
“Tienen todas las transcripciones
de todo lo que ellos hicieron a través de esos teléfonos, que son seis en
total, porque cada uno de ellos llevaba tres, mas los iPads, mas una
computadora”, agregó.
Campo y Flores, quienes fueron
criados como hijos por Maduro y su esposa Cilia Flores, fueron arrestados el 10
de noviembre del 2015 en Haití y actualmente están siendo acusados en la Corte
Federal del Distrito Sur de Nueva York de conspirar para importar 800
kilogramos de cocaína de alta pureza a Estados Unidos.
Fuente: El nuevo Herald