Autoridades, funcionarios policiales y familiares tanto de presos como de los 11 rehenes celebraron el fin del conflicto.
A las 12 del mediodía del Viernes,
tal como habían acordado la noche anterior los internos que tuvieron por cuatro
semanas el control de un área de los calabozos de Politáchira y la ministra de
Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, se dio el primer traslado de 16 presos a
la cárcel de Tocuyito, en el estado Carabobo, aunque inicialmente se manejaba
la cifra de 20.
Respetando el acuerdo al que en
aproximadamente en solo una hora se llegó entre Valera y los amotinados, ayer
mismo, más temprano, los oficiales de Politáchira, Leyvi Sira y Miguel Muñoz,
fueron liberados; y minutos después, hicieron lo propio con las nueve mujeres
civiles que desde el 8 de septiembre también se e Autoridades, funcionarios
policiales y familiares tanto de presos como de los 11 rehenes celebraron el
fin del conflicto. Estos últimos se mantuvieron desde temprana hora de ayer a
la expectativa, frente a la sede de Politáchira, para obtener alguna
información sobre el listado de los internos que serían trasladados, así como
para saber si habría otros traslados y a
qué distintas penitenciarias del país serían.
Solo minutos después que los 16
internos partieran en un autobús de Transtáchira con destino a Tocuyito, bajo
fuerte custodia policial, representantes del Servicio de Asuntos Penitenciarios salieron para informarles a los
parientes que los reos trasladados habían sido examinados y se encontraban en
buen estado, por lo que seguidamente procedieron a mencionarlos.
Dijeron que trasladaron a:
Yedicson Guillermo Sánchez Silva; Ranfis David Molina Franco; Pedro Antonio
Berbesí Acevedo; Juan Carlos Cabanzo Soto; Junior Alejandro Pino Barrera; Edgar
Adolfo Osman Rincón; Raúl Alberto Ruiz Triana; Jonathan Manuel Ocando; Roger
Sandoval Mendoza; Omar Orlando Chacón Escalante; Jhonny Alejandro Rodríguez
Méndez; Eymar Miguel González; Eduard Corcino; Rony Pérez Guerrero; Luis Miguel Pérez Molina y Jhonny Maxzury Sáenz Posada.
Por otra parte, el traslado de
esos internos no terminó del todo la situación
irregular en los calabozos de Politáchira, puesto que las armas blancas
y de fuego que mantuvieron desde el 8 de septiembre los amotinados, se las
dejaron a otros reos, que supuestamente solo las entregarían a las autoridades
una vez se garantizara la llegada a Tocuyito de aquellos, y les fuera
notificado que todo estaba bien; es decir, otros reos cubrieron de esta manera
el viaje y arribo de los trasladados a la cárcel de Carabobo.