Como ya todos sabemos, al “honorable” vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, los Estados Unidos le impuso unas sanciones que entre sus castigos está el congelamiento de sus activos en el extranjero, léase cuentas bancarias, propiedades tanto mobiliarias como inmobiliarias, etc. Lo que poca gente conoce es quién lo acompañaba en sus fechorías y, por supuesto, desde Guisos Rojos no íbamos a dejar pasar por debajo de la mesa a un enchufado que se robó la plata de los venezolanos y nos dejó pasando hambre.
Su nombre es Samarck José López Bello. Se lo hemos mencionado en algunos artículos anteriores. López es el común y vulgar testaferro –como lo tienen todos los boliburgueses- de Tareck. Éste junto con Samarck, controlaban 13 compañías ilícitas, 5 de las cuales se encuentran en suelo venezolano. Las mismas trataban de negocios en las áreas de construcción, petróleo, gas, comunicaciones y minería. Entre las varias empresas que poseían y que ahora han sido confiscadas por los Estados Unidos, estaba Profit Corporation C.A., empresa inscrita en el RNC bajo el RIF J003173924 y habilitada para contratar con el Estado. Entre sus clientes figuran PDVSA Gas y PDVSA, la caja chica de los guisos del Gobierno.
En un “simpático” video colgado en el portal Youtube podemos ver y entender cuáles son las metas de esta empresa Profit, que en su traducción al español significa “beneficio” o “ganancia” ¡cara de tabla pues! En el video se indica que López Bello es el presidente y jefe operativo de la empresa, “líder en el comercio industrial”. Que el señor posee una capacidad de ver cómo tecnologías y maquinarias poderosas “ayuda a construir a Venezuela y al mundo” aún cuando otros empresarios se han ido del país. Claro, sin mencionar que él goza de los beneficios de las alianzas con el Gobierno, que es la única manera de obtener divisas y permisos para llevar adelante negocios en el país, por no mencionar que también los obtiene a través del narcotráfico.
El video continúa señalando que la empresa se fundamenta sobre todo en su capital humano, que consiste de personas que sueñan en “cómo debería ser el mundo” –si es conforme a sus estándares, un mundo lleno de bandidos y forajidos narcotraficantes-. El momento estelar del video es cuando dice que él, como soñador, está “satisfecho de haber alcanzado metas en el corto plazo. Sin embargo, no llegamos hasta ahí, hemos ido creciendo porque la meta crece y nuestro compromiso. Crece nuestro sueño”. Es decir, el narcotráfico se expande…
En fin, el video continúa con un sinfín de oraciones y declaraciones vagas y redondas, en las que uno cree que se dice algo y al final no se dice nada, porque al fin y al cabo, se trata de un video promocional para legitimar de alguna forma una compañía fraudulenta. Pero entre algunas de sus aseveraciones al término del video, se señala que Samarck López y su compañía hacen un proceso de selección arduo, continuo y sistemático que permite identificar talentos dentro y fuera del país, para agregarlos a su plantilla trabajadora -claro, países como México, Estados Unidos, entre otros destinos de su narcotráfico-, que tienen un impacto real, medido en las caras de sus beneficiarios, sus trabajadores, profesionales y directores. ¡Oye! ¡Sin duda!
Pero adicionalmente a todo esto, recién descubrimos que Samarck y Tareck comparten mucho más que solo compañías y el negocio de las drogas. También comparten el adorado juguetico del Vicepresidente de la República, el Gulfstream 200 valorado en más de 20 millones de bolívares que ahora, de ñapa, les tenemos las fotos para que vean cómo estos “hombres soñadores”, “socialistas” y “comprometidos con Venezuela”, le dan una cachetada a la pobreza y se ríen en nuestras caras.
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