Ustedes se preguntarán, qué tiene que ver una cosa con la otra, pero aquí les tenemos un cuento. O mejor dicho, un hecho real, tan tangible como que los venezolanos nos estamos muriendo de hambre porque el Gobierno no solo se sumerge en infinitas tramas de corrupción, sino que también mezcla los pasteles.
La tarde del 10 de febrero, tres días antes de que la OFAC, oficina del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, sancionara a Tareck El Aissami y a su testaferro, Samark José López Bello, la Cámara de Comercio de Puerto Cabello registró le llegada al país del buque San Antonio, de bandera liberiana, el cual cargaba unas 11.600 toneladas de comida. El contenido descrito en las actas era “kits de alimentos” y el consignatario de la carga era la Corporación de Abastecimiento y Servicio Agrícolas (CASA), una empresa estatal (la misma involucrada con el caso de PUDREVAL que les hemos comentado en ocasiones anteriores) que utilizó la compañía Postar Intertrade Limited para realizas transacciones en el país.
Esta última compañía fue fundada en el 2013 (recién llegando el gobierno de Maduro) por Samark López Bello, empresario que fue sancionado el 13 de febrero por las autoridades del Departamento del Tesoro por ser el testaferro del vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, de quien aseguran tener pruebas que lo vinculan con el tráfico de más de una tonelada de cocaína a EE.UU. Pues resulta que ambos están acusados de promover el narcotráfico en la región y en función de ello, sus propiedades y cuentas bancarias que se encuentran en los Estados Unidos, fueron congeladas por el Estado norteamericano.
La relación entre el narcotráfico y las bolsas CLAP deriva en que Samark, además de sus turbulentos negocios con sustancias psicotrópicas, también se encuentra en el negocio redondo de las bolsas CLAP, pues esas 11.600 toneladas de comida que ingresaron por Puerto Cabello a través de CASA como puente de Postar Intertrade Limited –su compañía- iban dirigidas a abastecer a tales bolsas.
La mayor parte de los alimentos que se encontraban en los 633 contenedores que portaba el buque, provenían de Panamá y fueron adquiridos en México –desde donde se realiza la ruta del narcotráfico-, según informó la revista Informes, que sigue de cerca los movimientos de la carga marítima. Fuentes consultadas para este trabajo contaron a El Pitazo que las cajas con alimentos habían sido ensambladas con productos como harina, granos, salsas y café provenientes de EE.UU., México y Panamá –porque ustedes saben que aquello de invertir en la producción y el talento nacional no es negocio por los boliburgueses, sino no tienen cómo cocinar sus guisos así-.
Y sobre esto último es donde yace lo más interesante: el precio internacional del combo que viene dentro de la bolsa CLAP es de 8 dólares, pero el gobierno los importa a 35. Es decir, por cada caja hay 27 dólares que no se sabían a dónde terminaban. Ya lo sabemos ahora… a los bolsillos de Samark y, seguramente, los de su compadre Tareck El Aissami, el vicepresidente de la República.
Ahora, ¿de dónde salió Samark López? Pues entre los años 2002 y 2004 trabajó como jefe de Planificación y Presupuesto en la Gobernación del estado Mérida, de donde luego salió tras denuncias acerca de irregularidades en su gestión. Como premio, para el 2010 era uno de los principales contratistas de PDVAL, mejor conocido como PUDREVAL, el programa de alimentación gestionado por PDVSA que pasó a la historia por el escándalo de descomposición de más de 400 toneladas de alimentos comprados también a países en el exterior, los cuales nunca fueron distribuidos a los venezolanos.
Posteriormente, también como premio a su excelente gestión pudriendo los alimentos de los venezolanos, a partir del 2012 figura como accionista de un banco en Miami, estado Florida, y desde entonces es un habitual residente de esa zona. Porque esos guisos ¡sí que pagan bien! Pero la historia sigue, a mediados de 2013 se vinculó su nombre a la compra de la Cadena Capriles, el conglomerado de medios más grande del país, dueño del periódico con mayor tiraje, Últimas Noticias, que desde su venta, sólo sigue las directrices que dicta el despacho de El Aissami, según revelaron antiguos trabajadores del medio.
Otra cosa que resalta a la vista es el objetivo inicial de Postar Intertrade Limited, la compañía de Samark para importar alimentos al país. Inicialmente su meta era proveer casas prefabricadas al Gobierno, según indica la propia página web del empresario. Ahí se asegura que la compañía ha tenido experiencia en relaciones con marcas europeas y de Estados Unidos. Home Depot y Graybar aparecen como firmas con las que Postar se habría asociado. En Venezuela, López Bello consiguió numerosos contratos con algunas empresas privadas y con el Estado, resaltando sobre esta última que no aparece en el Registro Nacional de Contratistas (RNC), que es un requisito indispensable para poder hacer contrataciones y acuerdos comerciales con cualquier ente oficial de Venezuela. Porque todo debe quedar en el oscurantismo que ha impuesto este Gobierno en esta etapa de la historia del país.
Finalmente, no olvidemos que para realizar estas transacciones de importación, estos boliburgueses enchufados gozan del acceso a las tasas preferenciales del Estado, el cual se coloca en Bs. 10 por dólar, mientras el cambio a la segunda tasa oficial se ubica en más de Bs. 600 y en el mercado negro ya supera los Bs. 4 mil. A su vez, a nosotros los venezolanos las bolsas CLAP nos cuestan Bs. 11.000, dos dólares y medios al cambio libre pero más de mil dólares a la tasa preferencial que es a la que ellos compran los productos importados. ¡Módica suma la que se están embolsillando a costa de nosotros! Además del guiso del sobreprecio a quienes le compran los productos.
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