El presidente de Argentina, Mauricio Macri se mostró en favor de activar la Carta Democrática Interamericana en Venezuela. Así lo expresó hoy en el foro “Invertir en Argentina”, desarrollado esta mañana en la capital de España, reseña La Nación.
“Lo que hay que lograr es un proceso democrático urgente, supervisado a nivel internacional, porque la situación es dramática. La OEA tiene nuestro apoyo; estamos alineados para mandar todos los mensajes que se puedan, incluida la Carta Democrática”, dijo Macri.
Al hablar de Venezuela, Macri fue incluso más lejos de lo que había llegado hasta ahora, reseñó El País de España. Cuando se le preguntó si Argentina está dispuesto a apoyar que se aplique la cláusula democrática con Venezuela en la Organización de Estados Americanos, y si respalda la intención de su secretario general, Luis Almagro, de someterlo a votación, Macri fue muy claro. “Yo estoy para ayudar de todas las maneras que sean posibles. Venezuela y España son los países que más exiliados recibieron durante la dictadura militar argentina. Parece que en Venezuela siempre hay otro escalón hacia el infierno. Todos los días empeora la situación. Nosotros hicimos enorme tarea suspendiendo a Venezuela de Mercosur. Era un mensaje. Si el mensaje de aplicar la carta democrática en la OEA suma hagámoslo, pero hay que conseguir los votos. Hay una dependencia de muchos países de Venezuela y su petróleo. Almagro tiene nuestro apoyo. Pero cada país es un voto. Lo cierto es que el proceso es dramático. El que expresa algo distinto va preso, es una locura”.
La Carta Democrática Interamericana apunta a la promoción y fortalecimiento de los principios, prácticas y cultura democráticas entre los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Habilita al organismo a tomar sanciones y medidas en caso de ruptura del orden constitucional o golpe de Estado.
El año pasado, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, había invocado la Carta Democrática para abordar lo que a su juicio era un quiebre del orden constitucional en Venezuela. Había dicho que no buscaba la expulsión de Venezuela de la OEA, algo que la Carta Democrática contempla, sino un “diálogo serio” y con “resultados concretos”. El llamado de Almagro desató la ira del gobierno de Nicolás Maduro e incomodó a varios países de la región.
El 23 de junio de 2016, en asamblea extraordinaria, la OEA no se definió por la crisis en Venezuela: no decidió si debía activarse la Carta Democrática. Los representantes de los 34 países miembros escucharon un informe crítico de Almagro, pero finalmente no votaron sobre el tema de fondo, si el orden democrático venezolano había sido quebrantado.
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