El jefe de la división de Suramérica del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Adrianus Koetsenruijter, pidió hoy al Gobierno de Venezuela respetar la Constitución y llamó a relanzar el diálogo entre el Ejecutivo y la oposición.
“Se trata de respetar la Constitución, de respetar los derechos humanos básicos y fundamentales como la libertad de expresión, opinión y asociación”, explicó Koetsenruijter durante su intervención en la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo (PE)
En ese sentido, recordó que muchas personas han sido encarceladas sin las adecuadas condiciones de “transparencia” e insistió en que el Gobierno de Caracas debe respetar “los principios básicos de la democracia”.
El representante del SEAE, que dirige la vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) y alta representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, lamentó el “alto nivel de confrontación” entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la Asamblea Nacional, donde la oposición obtuvo dos tercios de los escaños en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
“Desde entonces, el Ejecutivo ha dejado de lado el papel de la Asamblea”, aseguró el jefe de la división de Suramérica del SEAE, que también reconoció la división de la sociedad en el país caribeño.
Como muestra de la polarización de Venezuela, Koetsenruijter recordó las abundantes manifestaciones organizadas en septiembre del año pasado, cuando “hasta un millón de personas” marchó contra las políticas de Maduro y “miles” lo hicieron a favor.
A su juicio, las convocatorias y el malestar ciudadano derivan de los problemas económicos del Estado, centrados, en su opinión, en la bajada de los precios del petróleo durante los últimos dos años, pero también en la “mala gobernanza económica”.
Según Koetsenruijter, esas deficiencias ayudan a explicar problemáticas como la violencia.
“Las condiciones económicas y, por tanto, las sociales y otras consecuencias como los altos niveles de violencia son una problemática muy grave, presente y visibles para la población”, declaró.
A ese respecto, manifestó la especial preocupación de las instituciones comunitarias por los 600.000 ciudadanos con pasaporte de la Unión Europea, en su mayoría españoles, italianos y portugueses, que residen en Venezuela, así como por el alto volumen de inmigrantes que “no creen tener posibilidad alguna de trabajar y vivir un futuro” en el país.
También destacó las dificultades de los venezolanos para acceder a los medicamentos y manifestó la disposición de los Veintiocho a cooperar con el Estado.
Sobre el relanzamiento del diálogo, remitió a las conclusiones del consejo de Asuntos Exteriores del pasado julio, donde los ministros de la UE expresaban su convencimiento de que los socios y organismos regionales en América Latina, así como otros actores internacionales “clave” debían desempeñar un papel impulsor de las conversaciones entre el Gobierno y la oposición.
En cuanto al nuevo Gobierno estadounidense, Koetsenruijter recordó que el secretario de Estado, Rex Tillerson, mostró su preocupación por la situación de los derechos humanos en Venezuela.
La mayoría de diputados coincidió en pedir una posición “firme” a la Unión Europea, denunció el encarcelamiento de presos políticos y lamentó la situación en el país, así como el estancamiento del diálogo.
No obstante, el vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, el español Javier Couso, aseguró que Leopoldo López, encarcelado desde 2014 acusado de instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir “no es el líder de la oposición, sino el líder de un partido político que apostó por formas violentas”.
“La Asamblea es uno de los cinco poderes que establece Constitución en Venezuela y no está por encima del presidencial”, recalcó el eurodiputado de Izquierda Unida.
EFE
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