El presidente de Argentina indicó que se siente comprometido con liderar su nación hacia el crecimiento económico. Destacó también su interés por las relaciones con los países que fueron aliados del gobierno de Cristina Fernández
A continuación la entrevista
completa:
Pregunta: Señor presidente,
¿gobernar Argentina está siendo más duro y más difícil de lo que imaginaba?,
¿se siente cómodo en la Casa Rosada?
Respuesta: Me siento cómodo,
comprometido. Yo amo mi país, me apasiona la gente de este país, por eso me he
comprometido a liderarlos hacia el crecimiento que todos necesitamos y en el
cual creemos. Sin duda, el punto de partida fue muy malo porque la crisis
económica que dejó el gobierno anterior, invadida de corrupción y de mentira,
no fue el mejor punto de partida, pero por suerte estamos los argentinos, que
tenemos la capacidad de recuperarnos y que estamos apasionadamente
comprometidos a lograrlo.
P.- Prometieron ustedes controlar
la inflación, pero vemos que sigue por las nubes. ¿Puede ser un fracaso de su
gobierno? También prometió 'pobreza cero', pero las estadísticas dicen que
todavía sigue habiendo muchos pobres en el país.
R.- Primero que me imagino que ni
en España ni en ninguna parte del mundo las cosas se hacen de un día para el
otro ni de un año para el otro, ni siquiera una Presidencia. Cuando dijimos que
un eje nuestro fundamental en Argentina es la "pobreza cero", es un
camino que por suerte ya hemos comenzado a recorrer. Si uno revisa estos nueve
meses, cada día estamos mejor. Por ejemplo, con la inflación nadie creía, al
igual que nadie creía que íbamos a salir del cepo y unificar el tipo de cambio
en una semana y cancelar el conflicto con los 'holdouts' en tres meses.
Dijimos: vamos a bajar la inflación en el segundo semestre y la inflación, que
estaba en el 40 %, ahora ya está a tasas que proyectan menos del 20 y vamos a
seguir trabajando, porque, claramente, para un español, decirle que estamos en
el 20 sigue siendo inaceptable. Lo es para la Argentina y vamos a trabajar
duramente para que en tres años estemos en un dígito como están la mayoría de
países del mundo.
P.- Entre sus opositores aseguran
que en su gobierno hay mucha fachada y poco fondo, que ustedes son un Gobierno
de ricos y por eso no entienden a los pobres, ¿realmente en su gobierno hay más
fondo que fachada?
R.- Yo siento que he cumplido una
de las promesas que le hice a los argentinos: armar el mejor equipo de los
últimos 50 años. Formado por gente que me venía acompañando en estos diez años
que llevo en política, en la gestión de la ciudad (de Buenos Aires, como
alcalde), a nivel nacional, mucha gente que nunca había hecho política, que
viene de su actividad privada. Creo que le hemos puesto otro horizonte, otro
ritmo, otra vocación y, sobre todo, un nivel de transparencia que era
fundamental, que Argentina estaba necesitando en la gestión pública. Habiendo
tenido que tomar decisiones muy duras, difíciles, dolorosas, las hemos hecho
siempre pensando en aquellos que son más vulnerables, los que primero sufren
cuando el desengaño llega frente las propuestas no realistas, o populistas que
hemos tenido en Argentina. Hemos trabajado mucho en eso, por eso hoy tenemos
más de diez millones de argentinos que han recibido un apoyo social adicional
al que recibían antes que llegáramos para poder cruzar este camino entre donde
estamos y a dónde queremos ir.
Interés inédito
P.- Exteriormente, Argentina y en
concreto su persona tienen una imagen excepcional, pero sin embargo vemos que
en las calles de vez en cuando hay piquetes, protestas... ¿Está mejorando
realmente la calidad de vida de los argentinos desde que asumió?
R.- Es verdad que la Argentina
hoy despierta un interés casi inédito en su historia. Hay un enorme entusiasmo,
por eso más de 2.000 personas de 67 países vinieron a este foro de negocios (en
referencia al Foro de Inversión y Negocios de Argentina que culmina hoy).
Internamente, Argentina ha desarrollado, y eso es algo bueno, la calidad de
expresarse. Estoy muy contento de que una de las cosas que le he aportado a
Argentina es la libertad de expresión absoluta y cada uno se expresa de la
manera en que lo siente. Algunas formas tenemos que ir corrigiéndolas en el tiempo,
porque uno no puede expresarse de una manera que le dificulte la vida al otro.
Pero también hay que entender que la Argentina viene de momentos de mucha
frustración. Se le prometió mucho, se le dijo muchas cosas que no eran verdad.
En Argentina hoy hay más del 30 % de la gente en la pobreza. Eso va a llevar
muchos años de trabajo, pero, insisto, lo importante es que comenzamos, ya
empezamos a recorrer el camino de la inversión, del desarrollo, de la apuesta
al empleo, de la apuesta al esfuerzo personal. No más el facilismo, no más
creer en recetas mágicas.
Déficit fiscal
P.- El tema energético ha
levantado gran expectación no solo dentro del país sino fuera. En primer lugar
por lo bajas que eran las tarifas, el reajuste que han hecho ustedes, y ahora
este traspiés por la Corte Suprema. ¿Cómo van a abordar este problema después
del fallo de la Corte Suprema?
R.- Bien, como corresponde.
Aceptando el fallo de la Corte en una Argentina que va a una nueva
institucionalidad. Hacemos la audiencia (pública) este viernes, esperamos a
partir de ahí presentar el informe final y aumentar las tarifas en un sendero
en tres años que nos lleve a los precios internacionales. Como todo país
normal, cada uno tiene que pagar la energía que consume, como sucede en España.
Salvo aquellos que le hemos creado la tarifa social. (Estamos) muy preocupados
por la gente de menos recursos pero los demás tenemos que pagar lo que
consumimos y lo más importante... tratar de consumir lo menos posible, porque
eso contamina el medio ambiente y la energía es un recurso no renovable salvo
las nuevas energías que estamos lanzando también.
P.- Y el Presupuesto de la nación
que están a punto de aprobar, ¿ha trastocado mucho este tema del fallo de la
Corte Suprema de suspender los aumentos en las tarifas del gas?
R.- No, no, ya lo hemos
terminado, lo estamos presentando en estos días y va a tener una gradual
reducción del déficit fiscal. Lo mismo que está haciendo España.
Fuente: EL NACIONAL WEB