Dallen coincidió desde MIami y dijo que para que la propueata sea atractiva, ésta debería ofrecer un rendimiento mucho mayor, quizás de un dólar veinte, o un dólar y medio por cada uno de los dólares de deuda.
Debía ser muy atractiva, tanto como para seducir a los mercados y hacerles olvidar la gran inestabilidad económica y política por la que atraviesa Venezuela, cuyo riesgo-país está entre los más altos del mundo.
Pero la oferta que presentó PDVSA
para canjear cerca de $7,000 millones terminó siendo tan deseable como una
patada a la espinilla, con los mercados considerando la propuesta como
ridículamente baja y algunos analistas preguntándose cómo es que el régimen de
Nicolás Maduro se atreve a desperdiciar una de las pocas cartas que le quedaban
para evitar un temido default.
“Es un desastre. Ellos
necesitaban hacer esto bien, y han fracasado miserablemente”, dijo Russ Dallen,
socio gerente de Latinvest Group Holdings.
“La oferta que han hecho no es
para nada atractiva. Van a tener que mejorarla mucho más para que pueda
funcionar. Le están diciendo a los tenedores de deuda que en vez de pagarles el
próximo año le van a pagar el mismo monto por tramos durante cuatro años”,
explicó Dallen.
La desilusión de los mercados era
evidente en la sesión del lunes, y los bonos del 2017 de PDVSA arrojaban una
caída de más de dos puntos frente al cierre de la sesión anterior.
El bono PDVSA 2017N era el más
golpeado, con una caída de 2.45 puntos, o un 2.9 por ciento con respecto al
cierre del viernes. El otro papel sujeto al canje, el PDVSA 2017, perdía 2.1
puntos, para cotizar entre 71.5 y 72.5, según datos de la agencia Reuters.
Tras obligar a los mercados
esperar varios días, el presidente de Petróleos de Venezuela, Eulogio del Pino,
anunció los detalles del canje de los bonos que vencen el próximo año por una
nueva emisión con vencimiento en el 2020 que ofrece un cupón 8.5 por ciento y
amortizaciones anuales.
Con la emisión –que también
ofrece como colateral el 50.1% de las acciones de Citgo, la filial
estadounidense de PDVSA– el régimen de Maduro espera postergar pagos por unos
$2,000 millones del bono PDVSA 2017 y los vencimientos de $5,000 millones del
mismo papel previstos para abril y noviembre del próximo año.
Pero la iniciativa coloca el
valor de los bonos a valor facial de los que están por vencerse, en una oferta
de uno por uno que desestima el abultado descuento con que los bonos de
Venezuela son negociados actualmente por el alto riesgo asociado con los
papales de ese país.
“La operación se hizo a valor
par. No se aceptó descuento que los bonos actualmente ofrecen”, dijo desde
Caracas el economista Orlando Ochoa. “Eso va a bloquear la operación, va a
desestimular a los inversionistas”.
Dallen coincidió desde MIami y
dijo que para que la propueata sea atractiva, ésta debería ofrecer un
rendimiento mucho mayor, quizás de un dólar veinte, o un dólar y medio por cada
uno de los dólares de deuda.
Algunos expertos dijeron que la
eventual participación en la oferta de algunos inversionistas va a depender de
cómo ellos valoran las acciones de Citgo, componente de la propuesta que busca
reducir la percepción de riesgo sobre los papeles.
Pero Dallen dijo que la oferta de
incluir como garantía las acciones de la refinadora estadounidense es engañosa,
dada la alta deuda que la empresa lleva a cuestas.
“La garantía es una quimera, en
realidad no va a estar allí”, dijo Dallen.
“Si PDVSA no puede cumplir con este bono y los
inversionistas obtienen el derecho al 50.1 por ciento de las acciones de Citgo,
eso desencadena una serie de medidas que obligan primero a PDVSA a pagar de
inmediato toda la deuda contraída por Citgo, la cual suma $5,000 millones. Pero
si PDVSA no le puede pagar al tenedor de bonos para salvarse de un default,
tampoco va a tener los $5,000 millones para cumplir con las obligaciones de un
traspaso de acciones”, explicó Dallen.
Un default de PDVSA es uno de los
peores escenarios que podría tener el país, agregó Ochoa.
Pero lamentablemente es un riesgo
que seguirá latente, incluso si PDVSA logra canjear la deuda que vence el
próximo año, dada la grave crisis de flujo de caja que padece la empresa
petrolera y los problema estructurales de la nación sudamericana.
Incluso con el canje, “PDVSA y la
República no van poder cumplir con sus obligaciones si no hay un cambio
político que cambie la política económica”, manifestó el economista, profesor
de la Universidad Católica Andrés Bello.
Venezuela, país que alarde de
contar con las mayores reservas petroleras del mundo, atraviesa por una de las
peores crisis económicas de su historia propiciada por el colapso del modelo
petropopulista implementado por el chavismo.
El impacto se ha visto agravado
por la caída de los precios del petróleo, que al mantenerse por debajo de los
$40 el barril, deja poco espacio para que la nación sudamericana pueda cumplir
simultáneamente con las necesidades de importación del país y con el servicio de
su gigantesca deuda externa.
Fuente: El Nyevo Heral