Los precios de las verduras y hortalizas siguen en escalada, ante el limitado abanico de proveedores y el alza en los insumos del campo, que supera los pronósticos para los primeros meses del año. Los más costosos, estas últimas semanas, son el pimentón, la cebolla y el tomate, que superaron la barrera de los 2 mil bolívares; incluso en los dos primeros asciende hasta 4 mil Bs el kilogramo.
Lo más afectados siguen siendo los consumidores, que deben tener en promedio unos 20 mil bolívares cada semana para comprar algunos de estos alimentos por kilo, lo que representa 50 % del salario mínimo, que se ubica en Bs. 40 mil 638. De manera que muchos se limitan a adquirir estrictamente lo necesario y no compran por kilos sino por unidades, para tratar de llevar de todo un poco.
Esta situación se constató en recorrido efectuado por la ciudad de San Cristóbal, donde no existe uniformidad de precios, pero tampoco grandes diferencias entre los mercados municipales y las cadenas de supermercados; ambos ofertan productos cuyo costo varía, dependiendo de su calidad y tamaño.
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El costo del pimentón y la cebolla despuntó desde la semana pasada, en 2 mil bolívares el kilo, para luego ascender a Bs. 2 mil 500 y, finalmente, ubicarse en 3 mil bolívares, en el caso de los mercados municipales. Mientras que en algunos supermercados y abastos, estos productos pueden superar los 4 mil bolívares por kilo. El tomate, que pasó de un mil 200 a 2 mil bolívares y se proyectó hasta Bs 4 mil, ya comienza a descender y se puede conseguir en un mil 500 bolívares.
Otro de los alimentos muy utilizados en los hogares para diferentes preparaciones, así como para condimentar la comida, es el cebollín o cebolla junca, que esta semana sorprendió a los consumidores con su costo de un mil 600 bolívares por kilo. Y es que queda cuesta arriba para muchas familias tachirenses cumplir con los requerimientos alimentarios.
“La cebolla, el tomate y el pimentón son tres hortalizas que no deben faltar en la despensa del venezolano. Pero un kilo de cebolla cuesta 3 mil bolívares, uno de pimentón igual o hasta 4 mil, y el tomate no se consigue en menos de 2 mil 600. Quién puede con esos montos, el bolsillo no aguanta”, comentó Gabriela Baptista mientras hacía su respectivo mercado de verduras, en el que antes invertía 9 mil bolívares semanales y ahora duplicó esa cantidad.
Rodrigo Niño, en compañía de su esposa, admitió que antes compraba vegetales para probar algo nuevo en casa, por ejemplo, berenjena, chayota, calabacín o coliflor; pero ahora se limita a comprar lo básico. “Era divertido hacer ensaladas o vegetales gratinados, pero hoy me guio por el precio, y si me alcanza, porque todas las semanas me sorprendo con el costo de los alimentos”.
En busca de alternativas…
Ante el encarecimiento de las verduras y hortalizas, los tachirenses buscan opciones para no prescindir de los alimentos. María José Fernández expuso que desde hace algunos meses sustituye el pimentón por el ají dulce, para abaratar costos. “Compro una bolsa de ají dulce en un mil 500 bolívares, y me rinde más que comprar dos o tres pimentones y pagar 4 mil bolívares”.
No obstante, el precio del ají dulce también registra un aumento en las últimas semanas, y su costo ya alcanza los 2 mil 600 bolívares por kilogramo.
En el caso del tomate, Soledad Gamboa señaló que ha optado por comprar la presentación en lata (tomates pelados) o pasta de tomate, los cuales, aunque no son tan económicos, pueden durar más tiempo y rendir más en la despensa. “He comprado 700 gramos de tomate pelado en 2 mil 600 bolívares y la pasta de tomate en 2 mil 700, la presentación de 500 gramos, mientras que la salsa de tomate me costó la última vez mil 800 bolívares”.
Igualmente, Daniela Cárdenas recomendó esta opción, asegurando que le ha resultado para proteger la economía de su hogar. “Obvio que no es lo mismo un guiso picado con tomate y cebolla, pero yo no compro caro, prefiero llevar la pasta de tomate, que me puede durar más de 20 días en la nevera”.
Altos costos también afectan a los vendedores
Las ventas no son las mismas, pero tampoco han caído drásticamente, afirmó el propietario de un puesto de ventas en el mercado Los Pequeños Comerciantes. Y es que los tachirenses hacen el esfuerzo de adquirir verduras y vegetales necesarios para la preparación de los alimentos. “Buscan lo más económico o, en su defecto, no compran por kilo, sino dos o tres verduras”, dijo José.
Sin embargo, el margen de ganancias de los vendedores cada vez es menor. “Los huacales de verduras cada vez están más caros y los precios amanecen diferentes prácticamente, todos los días. Uno compra a como esté y lo que haya; tampoco es que se consigue de todo. Esta semana, de broma hay verduras, porque no llegó casi nada”, indicó otro vendedor.
En ese sentido, precisó que está comprando la cebolla colombiana, porque la nacional no llega.
— El bulto lo compré en 120 mil bolívares, y de la peorcita, la más pequeña. Y aquí ese mismo bulto me sale en Bs. 60 mil, pero no había y tenía que traer algo de cebolla para el puesto porque, si no hay, la gente se molesta. Debe estar surtido, más allá de que la gente lleve o no tal producto”.
Tubérculos repuntan
Uno de los tubérculos tradicionales en la dieta del venezolano, por ser uno de los más económicos y ahora un complemento fijo de la mesa, al sustituir la harina de maíz, el arroz y la pasta (escasos en los anaqueles de los supermercados, tanto privados como públicos), es la yuca, que se cotiza en mil bolívares el kilo. Asimismo, el apio alcanzó los 1.800 bolívares, y el ocumo llegó a Bs. 2.000.
La nacion
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