sanciones recién anunciadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra el vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, consiguieron la primera y esperada reacción de rechazo por parte del Gobierno con el propio presidente Nicolás Maduro al asegurar en una cadena de radio y televisión de que se trata de una decisión “ilegal, infame, inaudita (…), sin lugar a dudas es una agresión que Venezuela responderá paso a paso con equilibrio y contundencia”.
VALENTINA LARES MARTIZ / EL TIEMPO
El mandatario no escatimó en señalamientos a la administración estadounidense y su “carácter imperial”, pero se cuidó mucho en atacar directamente al recién investido presidente Donald Trump, con quien se muestra cauteloso y apartado de la constante posición ofensiva de la Venezuela “revolucionaria”.
A su juicio, la decisión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro es vestigio de la administración del expresidente Barack Obama. “Ojalá no lleven por el mismo camino de derrotas y fracasos a la administración que apenas se inicia en Estados Unidos”, advirtió el líder chavista.
Pero el mismo El Aissami, quien se sentó al lado de Maduro durante su discurso, rechazó horas antes los señalamientos a través de Twitter, y dijo que las afirmaciones constituían un acto de infamia y un ataque personal debido a su condición de “revolucionario antiimperialista”. “La verdad es invencible y veremos desvanecer esta infame agresión”. “Ahora con más fuerza haremos irreversible nuestra revolución”, resaltó en la red social.
En discursos anteriores el presidente Maduro ha dicho que le daría “el beneficio de la duda” a Trump, a quien ha señalado como una víctima de los medios de comunicación de su país, tal como él asegura que lo es de los medios venezolanos.
En su reacción, el presidente venezolano acusó a la “derecha venezolana” de hacer cabildeo para que se produzcan decisiones como las sanciones a El Aissami, de quien dijo ha sido “el mejor ministro de la revolución bolivariana” gracias a su paso por el Ministerio de Interior y Justicia durante la presidencia de Hugo Chávez.
El Gobierno destaca que gracias a sus gestiones en el país fueron capturados 102 capos del narcotráfico.
Poco antes de las palabras del mandatario, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, emitió un comunicado donde rechaza las sanciones y señala al encargado de negocios de Estados Unidos en Venezuela, Lee McClenny, como parte de una conspiración que estaría fraguando para “intentar oxigenar a la débil y extinta oposición venezolana extremista para consumar un golpe político contra la institucionalidad”.
McClenny fue citado directamente por Maduro para entregarle una nota de protesta respecto de las sanciones y exigir a Washington que se disculpe con El Aissami.
El mandatario de Venezuela retomó la controversia con Colombia al reiterar que en la frontera binacional hay una crisis humanitaria generada por el supuesto flujo de “miles de colombianos” que, según dice, pasan diariamente a territorio venezolano buscando mejores condiciones de vida. Las cifras que maneja Migración Colombia no sustentan esa tesis de Maduro.
¿Quién es Samark López?
El Departamento del Tesoro sancionó también al empresario Samark José López Bello por considerarlo “testaferro” de Tareck El Aissami y proporcionar “material, apoyo financiero, bienes y servicios en apoyo de actividades de tráfico internacional de narcóticos”. López es un economista y empresario venezolano del área de los alimentos y de la construcción, que se desempeñó como director de Planificación del gobierno de Mérida. “A partir de ese momento (López) forjó un espectacular ascenso que lo convirtió en un hombre poderoso”, dijo ‘El Nacional’.
Lista de sancionados chavistas es larga
No es la primera vez que altas figuras del chavismo son señaladas de estar involucradas en narcotráfico. Entre ellos el general Néstor Reverol, quien se desempeña hoy como ministro de Interior y Justicia, o los generales Ramón Rodríguez Chacín o Henry Rangel Silva, hoy gobernadores de los estados Guárico y Trujillo. También se encuentran el exalcalde de Caracas, Freddy Bernal; Amílcar Figueroa, representante de Venezuela al Parlamento Latinoamericano, y el general Cliver Alcalá, alto funcionario dentro de la administración de Hugo Chávez y hoy opuesto al gobierno de Nicolás Maduro. Actualmente se encuentran en EE. UU. y presos por narcotráfico dos sobrinos de la primera dama venezolana, Cilia Flores.
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