Una de las grandes preocupaciones de los gobiernos responsables del mundo es generar bases suficientemente sólidas para que se genere empleo de calidad.
Ademas, estable, de largo plazo y productivo. No tonterías, llamadas misiones, para promover en una televisión gobiernera o hacer propaganda barata. No. Eso es muy fácil.
Se trata de hacer cumplir una ecuación histórica de sociedad sana: si hay empleo serio, hay producción; luego hay prosperidad, competitividad y desarrollo.
En eso, sin lugar a dudas, anda desde hace rato la revolución chavista. De hecho, según algunos expertos europeos cercanos al verdadero ministro de Economía del chavismo en Caracas, el español Alfredo Serrano Mancilla, un troglodita que se le metió a Chávez más allá de los bolsillos y lo heredó el sucesor eterno, con los mismos vicios que antes, pero sin plata para subsidiar las metidas de pata. Y es que a eso se reduce la gestión de Chávez y Maduro en estos casi 18 años.
El fallecido manejó miles de miles de millones de dólares, mató la economía del país, pero con tanta plata sobraba para robar, liquidar empresas, crear nuevos aliados a punta de dólares, sin que se notara el desastre. Al hijo obligado, el salsero del mediodía, le tocó bailar con la más fea. El resultado es que el fallecido le dejó el terreno a Maduro sin plata y con los pobres pasando hambre. Es decir, los votos, pasando hambre. Y eso es grave. Eso es el final del chavismo.
Chavismo sin real no funciona. Y con pobres bravos y hambrientos menos.
Pero más allá de cualquier consideración, el chavismo ha creado grandes y poderosos empleos para los venezolanos del presente y del futuro. Veamos:
- Bachaquero
- Pran
- Gestor de pasaportes, apostillas, antecedentes penales y copias certificadas de cualquier papel.
- Extorsionistas de bodegas, abastos y negocios en general.
- Profanadores de tumbas.
- Vendedores de gallinas y corderos para ritos satánicos.
- Policías choros. Narcos en todas sus variantes. Prostitutas y prostitutos de autopista y cazadores de colas de tráfico.
- Pordioseros de plata y comida con franela roja.
- Guardapuestos en las colas para comida o trámites.
- Rapidito: taxista improvisado con carro propio que recoge gente en las colas de camionetas y buses.
- Sablistas, estafadores y petardistas.
- Vendedores de chivas.
- Importadores de cauchos viejos y ladrones de baterías por encargo.
- Vendedor de dólares adscrito a algún ministerio.
- Cobrador de peajes y guías de transporte de alimentos.
- Militares toeros.
- Fiscales de tránsito y policías expertos en recuperar vehículos robados por comisión.
- Lavadores de carros en plena calle.
- Empanaderos y areperos en todas las esquinas.
- Dialogantes internacionales.
- Economistas creadores de buena prensa para bonos, papeles y economía chavista.
- Empresarios socialistas o comunistas llenando espacios dejados por empresas expropiadas o quebradas por el gobierno chavista.
- Mototaxistas atracadores.
- Estacionamientos que cobran por cuidar carros, pero roban baterías y piezas.
- Raspatarjetas de alimentación por módicos porcentajes.
- Productores de bebidas espirituosas de bajo costo y sin control sanitario.
- Ferias de chivas y peroles usados de cualquier tipo.
- Compradores de niños.
- Secuestradores de mascotas.
- Mediadores, comisionistas y cobradores de deudas de sus países.
Nadie puede decir que Venezuela no va rumbo al desarrollo. Potencia mundial.
ABC de la semana
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