En momentos que el régimen de Nicolás Maduro muestra la faceta más represiva de su gestión ante la crisis de gobernabilidad existente en Venezuela por ausencia de sustento comunitario; se impone una constante voluntad, accionar pacífico a todo evento y coherencia unitaria en la protesta de calle.
Ello lo podemos resumir en la arenga de Leopoldo López como incentivo por la recuperación de la libertad y el restablecimiento de la democracia como sistema de gobierno y convivencia.
La acción institucional de la Organización de Estados Americanos, OEA, y las declaraciones formuladas por el Secretario General de la institución Luis Almagro muestran la escalada represora del gobierno. Ante tal circunstancia urge la aplicación de la Carta interamericana de las Naciones a la administración Maduro.
Para sorpresa de muchos, los sudamericanos no podrán abandonar el seno del gremio continental en el tiempo determinado por la cancillería. El proceder del presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges ubica tal decisión en su justa posición dentro del marco de las leyes y así lo comunica oficialmente. Corresponde por igual al ente legislativo dictar sentencia de ausentarse.
La solicitud de miembros bajo pretextos intrascendentes ante la gravedad de la nación el sur, posponer la fecha de evaluación de jefes para las relaciones exteriores , da que pensar. Ello me hace cavilar que a pesar de la abdicación el opresor mandatario busca permanecer en el marco continental.
La cada vez mayor presencia de ciudadanos en las calzadas rechazando la conducción de la procedencia y exigiendo la salida del comunismo del rumbo político ha debilitado a Maduro Moros quien no consigue aliados para justificar la puesta en marcha de una caricatura de Asamblea Constituyente que le permita conducir los vecinos bajo el rigor de su voluntad por tiempo indefinido.
El neogranadino invasor pretende ganar tiempo y para ello apela a sus aliados de la OEA y logra posponer la reunión de cancilleres de las partes deliberantes.
Con la actual calamidad social existente en Venezuela, una vez fuera de la alineación el estado quedaría desguarnecido de cobros presurosos por diversas vías de acreencias pendientes para su cancelación; incluso podría ser objeto de toma parcial de su territorio.
Como muestra de la grave situación actual presento a los lectores texto reducido publicado por medios de comunicación social y agencias de noticias de la intervención que realizara el Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos Dan Coats ante la comisión de Inteligencia del Congreso de la unión. "El gobierno impopular y autocrático de Venezuela optará por métodos más represivos para contener a los opositores políticos y el descontento en las calles"….Consideramos que el gobierno venezolano tendrá problemas para contener la inflación, hacer pagos de deuda y pagar importaciones de bienes básicos y medicinas".
Sin duda alguna tales expresiones son útil termómetro de la realidad local, pero reviste mayor gravedad cuando el funcionario jefe de la seguridad federal expone el análisis como respuesta ante los requerimientos de conocer que circunstancias ponen en riesgo la seguridad del territorio norteño.
La armada intervención en países libres y las funestas consecuencias objeto de la presencia extremista caribeña alerta a los países del área. Los dignatarios evalúan la implementación de programas, alianzas y acciones determinantes que erradiquen la exportación de dictaduras ‘llave en mano” por iniciativa cubana.
Cuarenta y cinco muertos, mil quinientos heridos, cientos de detenciones, con un inventario de alimentos cada vez más reducido, el dólar por encima de los cinco mil bolívares, doscientos cincuenta y seis porcentual de inflación, cuarenta y un dólar el barril de petróleo, solo la quinta parte poblacional con ingresos seguros y trescientos cincuenta mil hogares cayendo cada año en la pobreza; no hay regreso a casa hasta que Venezuela sea libre como ayer.
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