Ni siquiera hay morfina, advirtió la Sociedad Venezolana de Anestesiología en un comunicado, en el cual solicita al ministerio garantizar la salud como un derecho fundamental consagrado en el artículo 83 de la Constitución
La Sociedad Venezolana de Anestesiología alertó sobre la crítica situación en la que se encuentran los pabellones quirúrgicos de los hospitales públicos del país, 50 de los cuales están ubicados en Caracas, por la falta de equipos e infraestructura necesarios para practicar intervenciones de manera segura, conforme a los principios y normas que rigen la especialidad, y exhortó a los organismos estatales del sector que cumplan con la obligación de garantizar la salud de los venezolanos.
En un comunicado suscrito por la directiva, la Sociedad expresa su preocupación por el progresivo deterioro de la salud de la población “ya críticamente enferma” y señala las carencias que reiteradamente ha reclamado. En 85% de todos los hospitales del país hay fallas de material médico-quirúrgico, intermitencia en la dotación de gases anestésicos, inexistencia de drogas vasoactivas, de los derivados de opio como morfina y otros medicamentos fundamentales para el tratamiento del dolor agudo y crónico, así como de relajantes neuromusculares no despolarizantes, estos últimos imprescindibles en los pacientes quirúrgicos debido a que, por ejemplo, permiten relajar la pared abdominal y, así, tener acceso a la cavidad en una operación de esa zona del cuerpo.
“¿A dónde va a acudir la población que necesita ser operada en una emergencia? ¿Qué va a hacer si a la mayoría no le alcanzan los salarios y no está asegurada?”, se pregunta la presidente de la Sociedad, María Teresa Prado, al ser consultada sobre por qué el comunicado va dirigido al pueblo venezolano. “La gente debe enterarse de lo que está pasando. Debe saber que cuando llega al hospital para ser intervenida, por una apendicitis o por cualquier otra emergencia, por ejemplo, tiene que comprar la lista de insumos, como sutura, guantes, campos quirúrgicos, que tienen un precio mayor a 500.000 bolívares. No hay material médico-quirúrgico”.
Indicó que la Sociedad ha solicitado a los anestesiólogos que trabajan en los centros de salud públicos en los estados que expliquen en un informe la grave situación que atraviesan. “Hay hospitales que llaman ‘los consentidos’, pero aquí en Caracas al hospital José Gregorio Hernández, en Los Magallanes de Catia, o al Victorino Santaella, en Los Teques, le faltan de todo”, afirmó.
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