Estados Unidos defendió el miércoles en Naciones Unidas la necesidad de trabajar para que el Gobierno venezolano de Nicolás Maduro detenga la “violencia” y la “opresión” y “restaure la democracia al pueblo”.
“En Venezuela, estamos al borde de una crisis humanitaria. Manifestantes pacíficos han sido heridos, arrestados e incluso asesinados por su propio Gobierno. Las medicinas no están disponibles, a los hospitales les faltan suministros y se ha hecho difícil encontrar comida”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, en un breve comunicado.
A petición de EEUU, el Consejo de Seguridad de la ONU abordará el miércoles en un encuentro a puerta cerrada la situación en Venezuela por primera vez desde el inicio de la actual crisis en el país.
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