El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez quería ver a las FARC triunfar y autorizó el libre transito de drogas por el país para ayudar a financiar a los rebeles. Pero la estrategia desarrolló un efecto contrario, y en vez de impulsar al movimiento guerrillero colombiano a llegar al poder a través de las armas, fue el narcotráfico el que terminó apoderándose del Estado en Venezuela, publica El Nuevo Herald.
ANTONIO MARÍA DELGADO
adelgado@elnuevoherald.com
Un informe presentado el lunes en Washington por el American Enterprise Institute reveló que en Venezuela impera un narcoestado, en el que elementos del gobierno nacional administran y respaldan operaciones de narcotráfico, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo, respaldo a los movimientos guerrilleros y de corrupción.
Es una perversa situación que está destruyendo a Venezuela y que se mantiene ahora bajo la dirección de Nicolás Maduro en la presidencia, dijo el senador federal Marco Rubio al inaugurar la ceremonia de presentación del informe “El Combate de las Organizaciones Transnacionales del Crimen Organizado en las Américas”.
“Nosotros vemos al gobierno de Maduro no sólo como una dictadura, sino también como una organización criminal”, manifestó Rubio.
Sin embargo, la relación entre el narcotráfico y el Estado de Venezuela tiene sus orígenes unos 12 años atrás, durante el gobierno de Chávez, resaltó el informe presentado por Roger Noriega, ex secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental.
Según el informe, Venezuela siempre fue un pasillo natural para las exportaciones de cocaína provenientes de Colombia hacia Europa y Estados Unidos.
Pero “ese tráfico explotó a finales del 2005 cuando Chávez decidió intensificar el respaldo de su régimen a la guerrilla, convirtiendo a Venezuela en un importante centro de distribución para la cocaína producida por las FARC y por otros grupos de narcotraficantes”, indica el informe.
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