Guillermo Manosalva, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, explicó que el sector vive su peor momento como consecuencia de la caída de la producción nacional y de las importaciones. Al no tener inventario, no hay nada qué ofrecer a los clientes
Magaly Rojas es enfermera. Ella no sabe de índices económicos ni de niveles de producción e importación. Pero nada de eso le hace falta para estar segura que el sector comercial está en la quiebra. A diario, por más de 18 años pasa por la avenida Bolívar de Valencia. A veces sentada, otras parada en la unidad de transporte público que la lleva desde su casa en el sur de la ciudad hasta el Hospital Carabobo en Naguanagua, son muchas las santamarías cerradas que ve en su recorrido y que antes se abrían a un mercado activo. La realidad hoy es otra: 33 negocios al mes cierran en la capital del estado al no poder sobrevivir a la crisis.
Lo que observa a diario Magaly lo confirman las cifras del balance del primer trimestre de la Cámara de Comercio de Valencia. De enero a marzo se ha contabilizado en cierre definitivo 97 establecimientos. 65% de los locales en ciudad están en cierre técnico, a la espera de la mejora de condiciones; 30% no ha podido reponer sus inventarios; mientras que 65% de los que se mantienen activos tienen menos de 35% de mercancía para la venta.
Guillermo Manosalva, presidente del gremio, explicó que el sector vive su peor momento como consecuencia de la caída de la producción nacional y de las importaciones. “Al no tener inventario, no hay nada qué ofrecer a los clientes”.
CONTROL LETAL
El sector comercial nunca se ha sentido beneficiado del control cambiario. Mientras el sistema de adjudicación del Sicad estuvo operativo apenas 10% de los empresarios del sector tuvo adjudicación de divisas. Por eso las expectativas con el anuncio del mandatario nacional de la flexibilización del Dicom, no son positivas.
Ese sistema tal como se está planteando no será suficientemente efectivo. “No existe la confianza de colocar las divisas propias, a esto se le suma la decisión del Tribunal Supremo de Justicia contra la Asamblea Nacional, la cual tampoco da garantía a la inversión. Todo esto está generando incertidumbre”.
Manosalva aseguró que actualmente en la nación están importando 300 empresas,cantidad que representa 10% del aparato productivo de Carabobo, y sin manufactura no hay inventario para los comercio. “Actualmente hay 15 mil comercios abiertos, si no se soluciona la cosa a final de año estaríamos hablando de 14 mil”.
La escasez se mantendrá. Durante las tres últimas semanas de febrero no llegaron productos básicos a ningún supermercado de la Gran Valencia. Recientemente hubo un pequeño repunte en los últimos días, pero a montos que no son accesibles para la población. “Esto fue un falso de abastecimiento, los productos que están llegando al puerto son para los CLAP, y de lo que se hace al país 50% también va para ese programa del Gobierno sin que haya incentivo al productor”.
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