El sistema cambiario aplicado por el Gobierno ha causado la caída de 80% de los inventarios de repuestos entre 2016 y el primer trimestre de 2017
Hay un tema sensible para José Cinnirella. 35 años dedicado a la industria automotriz le hacen ver hacía atrás y no poder evitar recordar con nostalgia. Venezuela ya no es la cuarta nación de América con la producción de vehículos y autopartes más grande. Ya no se ensamblan más de 400 mil unidades al año sino menos de tres mil. Y lo más grave: Ya la economía del país no tiene columna vertebral tras la destrucción del sector automotor que fue atacado por políticas equivocadas desde el Ejecutivo.
Cinnirella es ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (Canidra), pero antes trabajó para seis ensambladoras, y define la situación actual de la industria como “muy dolorosa. Está en terapia intensiva”. El sistema cambiario aplicado por el Gobierno ha causado la caída de 80% de los inventarios de repuestos entre 2016 y el primer trimestre de 2017.
Los ciclos de pagos a proveedores internacionales se interrumpieron mediante la monopolización de la asignación de divisas. En junio de 2010 inició la debacle del sector al eliminarse el sistema de permuta que era la alternativa utilizada por las empresas que no resultaban beneficiadas por Cadivi, para obtener la moneda extranjera. Después hubo intentos fallidos con Sicad que permitió seis subastas en 2014 y una en 2015 para los autopartistas, y en todas los montos asignados fueron insuficientes, se liquidaron incompletos a los proveedores y muchos fabricantes se quedaron sin participar por la cantidad de requisitos que solicitaban.
Los anuncios que hará el Ejecutivo la próxima semana sobre el sistema de dos subastas semanales con el sistema Divisas Complementaria (Dicom), no da buenas expectativas. “No hay claridad. Dudamos tener buenos resultados”.
Cinnirella, quien es candidato a la presidencia de Consecomercio por la plancha Bitácora Gremial, recordó que la industria automotriz con directrices adecuadas y planificación puede recuperar el sitial de privilegio que logró tener en la economía hace 20 años, cuando secundó al petróleo como generador de ingresos tecnología y empleo.
Los escenarios han cambiado drásticamente en materia de ensamblaje de automóviles ya que de ser la cuarta industria más grande que había en el continente americano, superada solo por los Estados Unidos, Canadá y México; ahora está industria ve de lejos el progreso de Brasil y Colombia.
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