La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) volvió a negar los derechos del pueblo a la protesta. Esta vez no se trató de una movilización o una protesta; simplemente fue un recordatorio de los artículos de la Constitución Nacional que los obliga a servir al pueblo y a no reprimirlo.
Un grupo de militantes de Voluntad Popular se presentó en un destacamento de la GNB en Caracas para leerles a los funcionarios sus deberes constitucionales. Sin embargo, el jefe de los uniformados llegó para correr a la fuerza a los ciudadanos y alegó que tenían que irse porque estaban en una “zona de seguridad”.
Con escudos, el funcionario de mayor rango ordenó armar un piquete para obligarlos a retroceder hasta la esquina de la calle y hasta lanzó una bomba lacrimógena que no se activó.
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