Miles de venezolanos retomaron las calles el lunes para protestar el rompimiento de hilo constitucional en el país petrolero, y las manifestaciones podrían intensificarse en las próximas semanas ejerciendo una presión aún mayor sobre el atribulado régimen de Nicolás Maduro, dijeron expertos.
El gobernante, quien estaba en La Habana buscando respaldo diplomático, enfrenta un escenario de creciente volatilidad en momentos en que las protestas aumentan en intensidad y los países del hemisferio comienzan a activarse ante el colapso de la democracia en el país.
“Las protestas probablemente se intensificarán durante el escenario de los próximos tres meses”, escribió en un informe Diego Moya-Ocampos, analista senior para América Latina de IHS Country Risk.
“Probablemente comenzarán pacíficamente, pero podrían tornarse violentas en la medida de que los cuerpos de seguridad intenten disolverlas por la fuerza y haya detenciones arbitrarias”, agregó.
En uno de los escenarios más serios, los cuerpos de seguridad podrían incluso usar armas de fuego para reprimir a los manifestantes y hacer uso de las fuerzas paramilitares aliadas al chavismo conocidos en el país como colectivos, agregó.
Pese al llamado a abandonar las protestas lanzadas el domingo por Maduro, los venezolanos se manifestaban el lunes para protestar por el rompimiento del hilo constitucional.
En Caracas, la policía trató de detener las manifestaciones haciendo uso de gases lacrimógenos, en las inmediaciones de la autopista Francisco Fajardo, una de las principales arterias de la capital.
Jóvenes encapuchados rompieron andenes para sacar piedras que lanzaban a los uniformados.
Pero la actuación represiva llegó incluso a tornarse criminal durante las manifestaciones del lunes, con agentes de seguridad emprendiendo acciones que pusieron en riesgo la integridad física de decenas de personas.
En la Clínica Las Mercedes, ubicada en el sector de Caracas que lleva el mismo nombre, los pacientes tuvieron que ser evacuados de emergencia después que agentes de la Guardia Nacional lanzaron dentro del edificio seis bombas lacrimógenas.
“Esto no se ve en Siria ni en Pakistán. Esto es culpa de Maduro y todo su combo. Tienen que meterlos presos”, dijo Luis Montañés, médico oncólogo que trabaja en ese centro, al canal de televisión en internet VivoPlay.
“Son unos animales, no pueden agredir donde hay gente indefensa”, añadió el galeno, que mostró un cartucho de perdigones que encontró dentro de la clínica.
Entre los trasladados por los bomberos había un bebé de menos de un año de edad que quedó seriamente afectado por los gases que inundaron a la clínica.
Dentro de la misma clínica se encontraba la diputada Delsa Solórzano, quien era atendida después de recibir en el pecho el impacto de una bomba lacrimógena.
No muy lejos de allí, el fotógrafo Román Camacho, del portal de noticias La Patilla, fue lesionado por otra bomba lacrimógena que le fracturó una pierna cuando se la dispararon a quemarropa.
La manifestación del lunes fue la quinta jornada de protesta de la oposición en los últimos 10 días para exigir elecciones generales, respeto a la autonomía de la Asamblea Nacional y la liberación de los presos políticos.
Las anteriores manifestaciones dejaron un muerto y decenas de heridos y detenidos, así como daños en una sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y en el cuartel general del ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles.
Pese a la represión, las protestas probablemente se intensificarán en los próximos días, dado el grado de descontento evidente en la población venezolana producto del colapso económico atribuido a las políticas socialistas del régimen.
“Sin embargo, si la realización sostenida y prologada de fuertes protestas alcanzan un punto de quiebre al escalar abrumadoramente más allá de la capacidad de las fuerzas de seguridad de reprimirlas, […] entonces aumentarán las probabilidades de que los militares [que actualmente respaldan a Maduro] cambien de posición y obliguen al Consejo Nacional Electoral a adelantar elecciones”, expresó el informe.
Esas probabilidades no parecen elevadas en este momento, dados los grandes incentivos económicos que disfrutan los militares para seguir apoyando a Maduro, advirtió.
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