Latinoamérica sigue progresando en términos de desarrollo humano, aunque la región continúa lastrada por el problema de la desigualdad, según un informe de Naciones Unidas presentado este martes.
La organización internacional destaca los "extraordinarios avances" logrados en los últimos 25 años por los países latinoamericanos y del Caribe, pero subraya que éstos "ocultan un progreso lento y desigual en el caso de ciertos grupos".
El IDH de Latinoamérica y el Caribe avanzó en el último año ligeramente con respecto al año anterior y se mantiene no demasiado lejos del de Europa y Asia Central, 0,756.
Dentro del continente, sin embargo, hay diferencias muy importantes entre países, según la lista por naciones que elabora el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que encabezan Noruega, Australia y Suiza.
Chile, en el puesto 38, y Argentina, en el 45, son los únicos países latinoamericanos con un desarrollo humano muy alto, según el PNUD, que sitúa a la mayoría de los países de la región en el siguiente escalón, el de desarrollo humano alto.
Ahí aparecen Uruguay (en el puesto 54), Panamá (60), Costa Rica (66), Cuba (68), Venezuela (71), México (77), Brasil (79), Perú (87), Ecuador (89), Colombia (95) o la República Dominicana (99).
Por detrás, como países de desarrollo humano medio aparecen Paraguay (110), El Salvador (117), Bolivia (118), Nicaragua (124), Guatemala (125) y Honduras (130).
El país peor parado de la región, y el único que considerado de desarrollo humano bajo es Haití, que se sitúa en el puesto 163 rodeado principalmente de naciones del África subsahariana y de países en conflicto como Afganistán o Yemen.
Pese a sus diferencias, los países latinoamericanos comparten de manera generalizada el problema de la desigualdad y en casi todos los casos pierden puestos en la lista del IDH ajustada por desigualdad.
Así, por ejemplo, Chile retrocede en esa clasificación 12 puestos, Argentina 6, Uruguay 7, Panamá 19, Venezuela 11, México 12 o Brasil 11.
En conjunto, el IDH de Latinoamérica y el Caribe se reduce casi un 25 % al ajustarse por desigualdad, según la el PNUD.
El informe elaborado este año por el PNUD hace especial hincapié, precisamente, en la necesidad de garantizar que el desarrollo beneficie a toda la población y que no haya grupos que queden excluidos.
Por ejemplo, señala a las comunidades indígenas como una de esas partes de la sociedad cuyas condiciones de vida a menudo están muy por detrás.
Publicar un comentario