15 niños que reciben diálisis están contaminados; las aguas negras inundaron Neurocirugía y los 2 quirófanos que quedaban activos están cerrados por filtraciones
Las madres de niños hospitalizados en el J. M. de los Ríos ayer trancaron la calle una vez más. En las pancartas que exhibían pedían medicamentos como Avastín para niños con cáncer o catéteres para los que tienen insuficiencia renal y deben ser hospitalizados. También denunciaban que no había antibióticos, reactivos para exámenes de sangre, orina ni rayos X.
Mientras las madres mostraban sus pancartas, alrededor de 40 médicos pedían respuestas a puertas cerradas al director del centro de salud, Víctor Siegert.
El Hospital de Niños tiene un cierre técnico, según la vicepresidente de la Sociedad Médica, Sonia Sifontes. El diagnóstico es que las infecciones asociadas al cuidado de salud van en aumento y luego no hay antibióticos para combatirlas, afirmó Sifontes.
La insalubridad complica la recuperación de los niños. Hay 15 pacientes contaminados porque la máquina de hemodiálisis no ha recibido mantenimiento, hay un bote de aguas negras en el servicio de Neurocirugía que contaminó el área donde están los niños con hidrocefalia y una filtración mantiene cerrados los únicos 2 quirófanos operativos de los 9 que hay. Además, 19 especialidades deben disputarse los cupos de intervenciones cuando están activos. Un estudio realizado por la Universidad Simón Bolívar arrojó que los 3 tanques de agua de la edificación están contaminados.
El director del hospital, Víctor Siegert, salió a la calle durante la protesta para dar respuestas a las madres sobre la máquina de hemodiálisis. Carlos Falcón, padre de la primera niña trasplantada en agosto de 2016, luego de 10 meses de paralizadas las intervenciones, le explicó a Siegert que su hija tiene 17 días esperando cupo para ser hospitalizada porque está rechazando el riñón que recibió y solo le han ofrecido una silla para esperar en Triaje. Otro padre le reclamó que no había ambulancia ni Rayos X, y los costos de las hospitalizaciones eran elevados. Una madre de un niño con cáncer le decía que no tenía Avastín para completar el ciclo de quimioterapias de su hijo.
Siegert solo respondió que ya tiene la empresa encargada de hacer el mantenimiento en hemodiálisis y que el Seguro Social entrega los medicamentos de alto costo, pero el abastecimiento escapa de los directores de los hospitales. Aseguró que las empresas que han dejado trabajos inconclusos en el hospital fueron denunciadas en Fiscalía, pero no reveló sus nombres. Sin embargo, los padres denunciaron que el Sexto Cuerpo de Ingenieros del Ejército no terminó de colocar los ductos para los gases medicinales en las habitaciones de Nefrología.
Vietnam Vera, adjunto de Terapia Intensiva, denunció que hay 11 cupos en esa área, pero solo pueden dar 4 por falta de insumos y personal. “Tenemos un paciente que amerita ser intubado, pero no hay ni placas para Rayos X y hay que hacer el procedimiento con pura clínica. ¿Quiénes asumen la responsabilidad? Los médicos que estamos ahí”, dijo.
El director del hospital accedió a que los periodistas entraran a ver las condiciones del hospital. Cuando la Guardia del Pueblo revisaba credenciales, Siegert se encerró en su oficina durante 20 minutos; mientras los periodistas tenían los accesos obstaculizados por los efectivos.
Al salir de su oficina, Siegert pidió a la Policía Nacional Bolivariana que desalojara a los medios de comunicación porque consideraba que se había incumplido el acuerdo de visita guiada porque se hicieron entrevistas en planta baja.
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