Les ruego piensen por si mismos. Lo que está en juego es ussted, su familia y nuestro país
Cuando reflexionamos sobre lo que significa ser venezolano, son muchas las cosas que se nos vienen a la mente, desde nuestra manera abierta y cordial de actuar -siempre amigos de todos-, hasta nuestras sencillas y maravillosas costumbres y tradiciones, como la Navidad o la Semana Santa. Lamentablemente muchas de esas tradiciones, que nos hacían marginar nuestra filiación política, han desaparecido, y lo han hecho quienes nos gobiernan esforzándose por separarnos, para evitar que todos los que nacimos en este maravilloso país podamos entendernos. Lo más preocupante de esta situación no es que sea sólo el régimen el que nos separe , sino que lo hagamos nosotros mismos.
¿Por qué digo esto?
Porque desde la cúpula de un partido politico, la Mesa de la Unidad Democrática, o MUD, pretende pensar y actuar a nombre de todos los venezolanos. La MUD se arroga la representación de la mayoría, pero en la práctica, sólo parece representar a sus afiliados, y ni siquiera, a todos ellos.
La MUD surgió como instrumento para defender nuestra democracia y nuestros derechos, pero no lo está haciendo. Solo nos convoca cuando trata de fortalecer el monopolio de la franquicia electoral. Y, todavía más grave, de esa manera perpetúa las fallas y errores que a todos nos perjudican.
Por años hemos confiado en las propuestas aportadas por grupos políticos opositores. Lo hicimos con la Coordinadora Democrática, apoyando la titánica tarea de revocar el mandato de Hugo Chávez. Lo hemos venido haciendo con la MUD con algunos resultados positivos, como el ya mencionado triunfo en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
Hay extrañas paradojas, en tanto la MUD firma un acuerdo con el régimen que le compromete a “resolver el bloqueo institucional que ha sufrido la AN”, el Tribunal Supremo de Justicia, dicta una sentencia que niega la posibilidad a la AN de abrir un juicio político al jefe del Estado. No debemos olvidar que el juicio había sido activado horas antes del reinicio del llamado diálogo. Tres agrupaciones políticas se encargaron de suspenderlo: Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo.
A pesar de todos los abusos, atropellos y crímenes del régimen, los venezolanos hemos reaccionado valientemente, saliendo a las calles a protestar y buscando el respaldo de la comunidad internacional. Todas estas circunstancias llegaron a un punto culminante semanas atrás de una manera tan contundente, que fue a raíz de ello, cuando se halló en su punto más bajo de apoyo popular, que el régimen decidió reactivar canales de comunicación con la oposición.
Es comprensible que el oficialismo se haya sentido forzado a hacer algo para evitar su colapso. Lo que es inaudito, en cambio, es que la MUD,(presumible representante de nuestros valores y derechos, y en la cual se ha confiado de manera ilimitada), haya aceptado participar en el “Diálogo” sin asegurarse mínimas condiciones previas. Hasta los obispos venezolanos formularon esa advertencia.
Se apertrecharon detrás de la palabra Diálogo (que en principio nadie puede objetar), cuando en realidad habían ya acordado una verdadera capitulación de derechos y principios, mediante la cual se ha comprometido la voluntad de 30 millones de venezolanos.
Debemos preguntarnos:
¿Cómo es que un partido político, llámese MUD o lo que sea, pueda comprometer la voluntad de los venezolanos?
¿Desde cuándo una agrupación política puede decidir los destinos del país a espaldas de los ciudadanos a quienes dice representar?
¿Qué valor puede otorgársele a la firma de un acuerdo concertado a espaldas del país, o un compromiso que incluye aspectos tan importantes para Venezuela como los derechos humanos o la soberanía nacional, reconocidos en convenios y tratados internacionales suscritos por la Republica?
¿Dónde se ha visto que para “dialogar”, una de las partes deba renunciar a derechos constitucionales, entre ellos la potestad de la AN a investigar y controlar las acciones de los demás poderes públicos, o el derecho constitucional de todos los ciudadanos a manifestar y expresarse públicamente?
¿Cómo es posible aceptar y reconocer algo tan grave peligroso como el derecho del régimen a desarrollar otro modelo político distinto al constitucional? (la legitimidad que tanto ansiaban).
¿A cuenta de qué una organización política puede opinar y decidir por una institución del Estado, como lo es la AN, o comprometer a la sociedad venezolana?
El pasado 12 de noviembre, el régimen y el partido MUD acordaron una serie de acciones que igualmente comprometen seriamente a la sociedad venezolana.
Por ejemplo:
La MUD aceptó que “se convocarán elecciones en Amazonas para elegir a los tres diputados de la AN cuya elección fue impugnada”.
Igualmente aceptó, como si esto no fuese una potestad constitucional de la AN, que se “elegirán los rectores del CNE para garantizar un poder electoral imparcial”.
Aceptan el supuesto hecho del sabotaje y de guerra económica, que falsamente viene siendo la posición del régimen. Es decir, la MUD compromete de manera irresponsable al sector productivo nacional privado en estos delitos.
Aceptó que se “liberarán a personas detenidas”, olvidando que esas personas a las que simplemente se les califica de detenidas, están siendo juzgadas por razones puramente políticas. Esas “personas detenidas” son en realidad presos políticos, rehenes del régimen.
Y como si todo lo anterior no fuese suficiente, aceptó la promesa de “vivir en paz”, hecho que es una verdadera vergüenza, tras 18 años de opresión.
Amigos Todos:
Estos temas, con relación a los cuales, y de manera inconsulta, la MUD ha involucrado a toda la sociedad venezolana, corresponden a verdaderos derechos constitucionales, que como tales, y como aspectos reconocidos como derechos humanos en los tratados y convenios internacionales, son inalienables, irrevocables e intransferibles. Como tales no pueden ser negociados, ni por la MUD, y ni siquiera por los detentadores de esos derechos, como lo somos los venezolanos.
¿Cómo puede la MUD acordar con el régimen la realización de nuevas elecciones en el Estado Amazonas, cuando ya los ciudadanos de esa jurisdicción han ejercido su derecho constitucional al voto?
¿Quién es la MUD, o cualquier otra agrupación política, para comprometer así la soberanía popular expresada a través del voto?
¿Cómo puede la MUD acordar la designación de los rectores del CNE, cuyo mandato se ha vencido, como si esto fuese una concesión graciosa de parte del Presidente Maduro, cuando es el caso que se trata de una potestad, no de la MUD, sino de la AN, establecida en la Constitución de la República?
¿Cómo puede la MUD acordar con el régimen la apertura de un canal humanitario, para garantizar la entrada de comida y medicinas,¿será que la MUD pretende falsamente reconocer que es copartícipe en la crisis humanitaria?
¿Cómo puede la MUD acordar nada en relación con nuestra controversia con la Guyana Esequiba? ¿Por qué este tema tan controvertido y delicado sale en el marco de esa Mesa de Diálogo? ¿Será que lo que busca el régimen es la bendición de la oposición a las negociaciones que lleva a cabo Nicolás Maduro para la explotación conjunta de los recursos que pertenecen a todos los venezolanos?
Sobre la “liberación de personas detenidas”, ¿a qué detenidos se referirá la MUD?
¿Puede incluirse como “persona detenida” a Leopoldo López, quien ha sido condenado a 14 años de prisión, y cuyo recurso de casación interpuesto ante el Tribunal Supremo de Justicia depende del Magistrado Mikel Moreno, conocido por tener un prontuario policial y por ser un colaborador irrestricto del gobierno?
Todas estas circunstancias desdicen del más elemental respeto que tanto los Estados como todos los ciudadanos, y entre ellos las agrupaciones políticas, les deben a todos esos derechos reconocidos implícita o explícitamente tanto en la Constitución de la República, como en los Tratados Internacionales por ella suscritos.
Basta para constatarlo con examinar la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), adoptada por las Naciones Unidas, cuyo artículo 30 establece que “Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.”
La Propuesta:
Como consecuencia de esta gravísima situación, creada a raíz del llamado “Dialogo”, y preocupado por su continuación, así como por los posibles acuerdos a los que se pueda llegar a espaldas de los venezolanos, me permito presentar al país, la siguiente propuesta:
Que los ciudadanos decidamos si estamos de acuerdo con la realización de las negociaciones entre el régimen y la MUD;
Si estamos de acuerdo con que la MUD comprometa los derechos humanos que tanto nos ha costado defender durante la historia republicana de Venezuela.
Dada la nula legitimidad y su demostrada incapacidad que tiene la MUD para negociar estos asuntos de grave trascendencia para los venezolanos y que involucran la paz y la estabilidad para nuestro país, el régimen y la MUD están en la obligación de someter a la consideración y aprobación de todos los venezolanos esos acuerdos a través de un Referendo Consultivo, de la misma manera que el gobierno de Colombia sometió a referendo los acuerdos de Paz con la guerrilla colombiana.
Para poder activar esta iniciativa es esencial contar con los miembros de la sociedad civil, representantes de los partidos políticos que han manifestado su rechazo al dialogo en la forma en que la MUD lo ha conducido, los jóvenes que se sienten frustrados por el camino al que no está llevando esta negociación. Igualmente a las academias nacionales que han manifestado su preocupación por la decisiones inconstitucionales que el gobierno bolivariano ha venido tomando, las cuales no se incluyen para nada en la negociación acordada por la MUD.
Somos los venezolanos comprometidos con la democracia, la libertad y el cambio quienes decidimos. De otro modo no nos quejemos si la MUD, o cualquier otra organización política, toman decisiones a nuestro nombre con consecuencias nefastas para todos.
Les ruego piensen por si mismos. Lo que está en juego es ussted, su familia y nuestro país
EL COOPERANTE
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