El gobierno alemán condenó hoy la ruptura del orden democrático en Venezuela con la destitución de facto del Parlamento venezolano, y apeló a la responsabilidad del presidente del país, Nicolás Maduro, para hallar una solución a la crisis.
En una rueda de prensa, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, urgió al presidente venezolano a allanar el camino hacia una solución pacífica y diplomática de la crisis.
"Apoyamos el regreso pacífico al orden democrático", subrayó.
El portavoz se refirió a la "nueva ilegítima asamblea constituyente", de la que dijo supone "de facto una destitución del Parlamento elegido democráticamente".
Al mismo tiempo, Seibert exigió la protección de la fiscal general Luisa Ortega Díaz, destituida de su puesto por la asamblea constituyente fraudulenta en una de las primeras acciones de este órgano, así como de los presos políticos.
El gobierno alemán ya se había referido a finales de julio a las elecciones a la asamblea constituyente, que se hicieron sin las debidas garantías democráticas de libertad ni confidencialidad del voto y bajo un clima de violencia.
Las elecciones a la asamblea constituyente solo sirvieron para "dividir aún más el país" y están orientadas a "debilitar y desprestigiar" instituciones democráticas legítimamente elegidas, había apuntado un portavoz del Ministerio de Exteriores.
Además, expresó también su consternación por las víctimas mortales registradas durante la jornada electoral y calificó de "desproporcionado" el uso de la fuerza desplegado para impedir las protestas de la oposición.