Las marcas tradicionales, en su mayoría han desaparecido del mercado venezolano. Donde se consiguen, los costos son elevados. En la calle, los vendedores ambulantes ofrecen desodorantes, jabón de baño, afeitadoras, a precios elevados; muchos de estos productos son desconocidos por los consumidores. Nadie supervisa la procedencia de estos, ni su calidad.
“¡Qué grosería, una crema de dientes 9 mil bolívares! ¡No puede ser! Un desodorante, 20 mil bolívares; papel higiénico, casi 4 mil bolívares; un jabón de baño en casi 5 mil bolívares. Ya no se va a poder comprar siquiera jabón” –expresó María Contreras, una ama de casa, al retirarse de un puesto de venta del mercado Los Pequeños Comerciantes-
Y es que la gente dice que cada día resulta más difícil el aseo personal, por el alto costo de los productos y el bajo poder adquisitivo.
Recuerdan que a partir del primero de agosto, el sueldo mínimo aumentó de 65 mil bolívares a 97 mil 531 bolívares; es decir, de 2 mil 166 bolívares diarios, el trabajador pasó a ganar 3 mil 251 bolívares, pero un artículo básico de aseo personal supera el salario del día.
El precio de los diferentes rubros depende al parecer de la conciencia del comerciante, la mayoría informal, porque el comerciante formal o lo tiene, según usuarios, guardado para vendérselo a su cliente de confianza, o prefiere no vender el producto.
En la mayoría de los puestos de los mercados, y también en los abastos y supermercados en general, el costo es alto, sobre todo si quien lo compra es el padre o madre de familia que trata de sobrevivir con un sueldo mínimo y prácticamente le es difícil comprarlo junto con el mercado de la semana, pues dicen que deben decidir entre darle prioridad a la comida o a los productos para el aseo.
Cuando en un establecimiento formal no tienen el producto regulado, invitan a visitar a los bachaqueros, que “sí tienen de todo”.
Y es que cualquier persona que se dé un paseo por la ciudad se da cuenta de que, tanto los productos de limpieza como todos en general, se pueden encontrar en cada puesto improvisado que hay en San Cristóbal, entre ellos, los ubicados en los alrededores de los mercados municipales.
Cuando se pregunta el precio, algunos informales son amables, pero no falta el que prácticamente amenaza por tanta “preguntadera”, sobre todo si se dan cuenta de que quien lo hace es un periodista.
Un informal, molesto, expresó que el desodorante de marca que tenía costaba sobre los 2 mil bolívares, pero cuando le dijeron que vendiera dos o tres, dio la espalda y se los llevó.
Un desodorante de marca, de más contenido que el que vendía el informal, que era pequeño y obviamente no era ese el precio sino mucho más alto, costaba en un abasto 23 mil bolívares; la crema dental de 150 gramos, de origen colombiano, en una tienda de perfumería y artículos de higiene estaba en 6 mil 968 bolívares; la de 100 gramos tenía un precio similar; un champú de marca nueva, de 200 ml., a 4 mil 561 bolívares; el papel higiénico, de dos unidades, a 4 mil 600 bolívares, y el jabón para lavar platos, de 400 gramos, a 3 mil 800 bolívares.
En otros establecimientos se vio el paquete de cuatro unidades de papel higiénico entre 4 mil y 5 mil 900 bolívares; el jabón de baño pequeño a 3 mil 141 bolívares; el jabón para lavar platos, de 500 gramos, a 3 mil bolívares; el jabón de baño, entre 3 mil y seis mil bolívares.
Sin producción nacional
Un solo producto cuesta más del sueldo mínimo; por ejemplo, un jabón se consigue hasta en 4 mil 500 bolívares y un día de sueldo mínimo es de 3 mil 251 bolívares.
Dicen los consumidores de la ciudad que la mayoría de los productos que se consiguen son traídos de China y Colombia. En un pequeño abasto de La Concordia, una comerciante dijo que tenía crema dental de las chinas y la vendía a 8 mil bolívares, de 150 gramos”.
— Están bajando muy pocos productos porque aquí no hay producción, la mayoría viene de Colombia. Se traen algunas cosas, crema de dientes; jabón llega de aquí, de baño, pero de marcas raras y pequeños, y caros… Ya aquí la gente no pelea, compra el que tiene la plata; ya nadie se pone bravo por los precios; pero dígame, no sé qué hacen para comprar un desodorante de 51 gramos a 23 mil bolívares, pues la gente tiene que trabajar una semana para poder comprarlo, entonces no lo compran, pero hay gente que lo termina adquiriendo porque no se va a arriesgar a oler mal -comentó un vendedor-.
La alternativa: genérico y casero
La población se plantea alternativas para garantizar la higiene personal.
Ante tan poco dinero, las cabezas de familia optan por
alternativas, pues el sueldo mínimo no llena las expectativas de un grupo familiar pequeño, y muchas veces -según las encuestas periodísticas para realizar el trabajo- hay comerciantes y profesionales que ofrecen servicios que se quejan porque prácticamente no pueden comprar todo lo que necesitan, por lo menos no con la facilidad de hace un año o un poco más.
— ¡Huy! El desodorante, ya no compró el de envase, ya ni me acuerdo cómo es; compro de sobrecito, que ha mantenido el precio y que con un poquitico en la punta del dedo es suficiente; el de sobre pequeño lo compro a 3 mil bolívares, y el más grandecito a 5 mil, pero esos son productos colombianos -dijo Rosa Hernández-.
La familia también tiene sus alternativas para bañarse. “Yo compro jabón Las Llaves bebé, a 4 mil bolívares la barra, y la pico en tres partes. Es que el de marca está caro; el más pequeño lo vi la última vez a 4 mil bolívares” -dijo otra señora-.
Con la pasta dental también tienen opciones, como expresó Yamile Contreras, quien advirtió que en su hogar están esperando que se les acabe la crema dental.
“Si no conseguimos crema que se pueda comprar, porque a 8 mil bolívares es incomprable, tendremos que lavarnos con Dioxogen, porque es desinfectante, mata los gérmenes y el mal aliento”, manifestó.
Al salir de un supermercado de la ciudad, una dama, que no se identificó, comentó sobre “lo costosos que están los artículos de aseo personal; cada vez que voy a una parte y veo que está un poquito más barato que en otro supermercado, lo compro. Es horrible cómo está el champú para perros, a 6 mil bolívares, creo que se puede utilizar para uno, yo no lo uso porque me lo manda mi hija de Panamá. Todo está caro. Ya la gente no va a poder hacerse un adecuado aseo personal; un jaboncito casi en 3 mil 500, eso es horrible”.
— Productos hay, pero a precios escandalosos. La gente busca la alternativa en los genéricos, pero igualmente se “estrella” al ver los precios, porque les sale prácticamente igual que los demás productos del mercado, aunque al final compensa mucho -precisó-.
Así habló una comerciante de estos productos, quien dijo que el champú cuesta 12 mil bolívares; el jabón líquido de baño a 5 mil, y el jabón en polvo para lavar a 9 y 10 mil bolívares.
Ante esta realidad, Deisy Melgarejo denunció que en Cordero la crema Colgate colombiana la estaban vendiendo a 32 mil bolívares.
“Por el momento, nosotros todavía la podemos adquirir, pero hay personas que no pueden; ese día que vimos la crema en el supermercado, nadie la llevaba, solamente la miraban y se alejaban; pero había una más económica, de una marca que no es conocida, a 8 mil bolívares”, señaló.
Ante esa situación, dijo: “propongo que se tienen que cumplir las leyes, tienen que existir; no hay leyes que nos protejan, estamos a la deriva, las leyes se tienen que aplicar porque existen para eso; pero aquí no hay control, cada día aumentan más los precios de todos los productos y hay personas que dependen de un sueldo mínimo, quién sabe cómo harán para sobrevivir”.
Pago en efectivo
Otra de las quejas es que los informales venden los productos solo en dinero en efectivo.
Los puntos, que hace un par de meses muchos tenían, hoy son pocos los que lo tienen, al parecer por los problemas que ha habido con el Internet.
— Pero cómo va a comprarle uno algo a un bachaquero o a cualquier puesto en el mercado, si el banco lo que más da son 10 mil o 30 mil bolívares. El jabón de baño más económico vale 3 mil bolívares -exclamó una consumidora que considera los puntos de pago una “buena alternativa ante la falta de dinero efectivo”-.