Peter Luger Steakhouse: la página de Wikipedia lo describe como “el mejor steakhouse de Nueva York por la exigente prensa especializada en ocio y restauración. El local de Brooklyn es notorio por su bar y su larga barra en madera original y por su salón comedor de aires germánicos: vigas de madera expuestas, revestimiento en madera de roble pulido, arañas de bronce pendiendo del techo y la presencia constante de cervezas sobre las mesas del salón”. Además, añade esta perla: “El restaurante solo acepta el pago en efectivo, cheques regalo Peter Luger o con la tarjeta de crédito Peter Luger”.
Adicionalmente, si entran al portal web del restaurante, verán que las compañías de mayor renombre le han concedido las mejores críticas y hasta las codiciadas estrellas que se gastan los mejores restaurantes del mundo. En este sentido, Zagat Survey señala que es el restaurant número 1 de la ciudad de Nueva York por 30 años consecutivos. Michelin por su parte, indica que reside en un espacio costoso, reminiscente de la vieja Nueva York y de las casas de cebada alemanas, sumado a la interminable fila de visitantes, que solo sirve para reiterar cuán especial es este lugar. Así, USA Travel Today, el New York Times, entre otros, también adornan el portal web del lujoso restaurante, resaltando su calidad… y selectividad.
Y entre sus clientes “selectivos” está el enchufado más cara de tabla, ladrón y sin vergüenza que existe, el ex presidente de PDVSA y ex ministro de Energía y Minas, ahora representante de Venezuela ante las Naciones Unidas, Rafael Ramírez. El mismo que ha sido acusado de desfalcar a la nación de $11 millardos, lo que representa una de las, sino la más, grande estafa que le han hecho al país, que equivalen a por lo menos a los presupuestos de 5 países centroamericanos. Imagínense todo lo que podríamos hacer con eso.
Pues a este delincuente lo agarraron unos venezolanos indignados al ver cómo gozaba de la vida a costa de nuestra hambre, sufrimiento e incluso muerte. Le sacaron en cara su carácter de asesino, que si bien no habrá matado a nadie personalmente (hasta donde sabemos) su desidia y complacencia ante lo que sucede, sí lo califica como tal. Además, esos $11 millardos les han costado la vida a muchos venezolanos.
Pues este descarado, no conforme haberse robado todo ese dinero y ver cómo los venezolanos pasamos hambre día a día, que escarbamos entre las bolsas de basura para ver si tenemos algo con qué comer ese día o alimentar a nuestros hijos; mientras ve cómo la gente se muere desahuciada en los hospitales por falta de insumos médicos y medicinas; mientras nuestra generación del futuro se pierde por la propagación de la desnutrición infantil y enfermedades que resurgieron del siglo pasado; más aún, cuando ve que más de 90 venezolanos han sido asesinados en las calles por ejercer su legítimo derecho a la protesta, tan solo por querer un futuro mejor, lleno de oportunidades o al menos con comida en la mesa… pues con todo y eso, a él no le basta y se ufana de darse sus festines en los restaurantes más costosos del imperio, es más, en el propio centro del capitalismo, la ciudad de Nueva York.
Ahora para que nos hagamos una idea de los cobres de los venezolanos que se gasta este delincuente en los restaurantes más caros del mundo:
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Esos números representan el costo en dólares de las cortes de carne que sirven en Peter Luger Steakhouse. En Bolívares, al dólar paralelo, una carne preparada para solo dos personas, cuesta Bs. 797.117, 68. A tasa Dicom serían Bs 284.296. Suponiendo que usted es un hijo de la vecina y que no tiene contactos ni posibilidades para adquirir divisas preferenciales y por lo tanto acudió al paralelo, el mismo plato para tres comensales le saldrá en Bs 1.195.676,52 y para cuatro en Bs 1.594.235,36. En cambio, si está solo, el bistec sencillo le costará: Bs 398.558,94. Y eso no incluye el costo de las bebidas alcohólicas, contornos, extras y servicio.
Ahora bien, el presidente de la República, Nicolás Maduro, aumentó el salario mínimo el pasado 2 de julio a Bs 97.531,56. Redondeado, usted, querido lector, tendría que reunir dinero durante cuatro meses y beber solo agua en casa para comprar un bistec sencillo en el local donde Ramírez pasaba un rato chévere con sus amigos.
Aquí deléitense con las imágenes de los “modestos” platos que sirven en el restaurante. Aprecien la “escuálida” carne que ahí sirven, que seguramente se consigue en cualquier esquina de Caracas, Guasdualito, Tinaquillo, o cualquier zona rural o urbana de Venezuela.
Finalizamos señalando que el “pobrecito” además salió denunciando a los venezolanos que lo acusaron y recordaron las muertes de más de 90 hermanos venezolanos. Por Instagram, colocó las fotos de sus “agresores”, diciendo que agredieron a su familia, cuando a leguas se nota que los agredidos fueron ellos, porque no les gusta que los filmen en sus vagabunderías. Además, también señala que “creen que están en Chacao”. El único que cree que está en Chacao es él, que cree que por donde vaya en el mundo puede hacer y tratar a la gente como si el gobierno robolucionario lo fuera a proteger desde cualquier latitud en donde se encuentre.
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