La firma Fusion GPS habría sido contratada por Derwick Associates para evitar que el escándalo de corrupción que envuelve la empresa, propiedad de los llamados “bolichicos”, saliera desplegada en los medios de comunicación social de los EEUU.
Maibort Petit
El caso de las supuestas prácticas ilícitas de la empresa Derwick Associates, acusada de varios casos de corrupción en Venezuela, salió a relucir durante una audiencia realizada este miércoles 26 de julio en la Comisión Judicial del Senador de los Estados Unidos, titulada: “Supervisión de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros y la Tentativas de Influir en las Elecciones Estadounidenses: Lecciones Aprendidas de las Administraciones presentes y anteriores“.
El objetivo de la audiencia -convocada por el presidente del Comité Judicial, Charles E. Grassley (R-Iowa)- era discutir las prácticas ilícitas de la empresa Fusion GPS, una firma de investigación contratada por el partido demócrata que pagó al ex-espía MI6, Christopher Steele, para recopilar información sobre los vínculos de la campaña de Trump con Rusia y la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA). El expediente de Steele contenía numerosas acusaciones sobre Donald Trump y la campaña, algunas de ellas sin fundamento.De acuerdo a la agenda del comité del Senado, la audiencia fue establecida para examinar el trabajo separado de la firma en un caso legal que involucra la Ley Magnitsky, una ley para castigar a los violadores rusos de derechos humanos.
La firma Fusion GPS no está registrada bajo las normas establecidas por la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA)
Caso Derwick sale a relucir en audiencia del Senado sobre Fusion GPS
El presidente de la Fundación de Derechos Humanos HRF con sede en Nueva York, Thor Halvorssen fue invitado a participar en la audiencia en su calidad de defensor de los Derechos Humanos. Durante su testimonio frente a los miembros de la Comisión Judicial del Senado, el activista solicitó formalmente que se investiguen las supuestas actividades criminales de las empresas Derwick Associates y Fusion GPS.
En su exposición frente al presidente de la Comisión Judicial, senador(R) Chuck Grassley, la vicepresidente, senadora (D) Dianne Feinstein y el resto de los miembros presente en la audiencia, Halvorssen acusó a Derwick Associates y a Fusion GPS de pagar a varios periodistas para publicar pruebas infundadas contra las personas que se atrevieron a difundir información sobre las supuestas actividades delictivas cometidas por Derwick Associates, una empresa con sede en los Estados Unidos que consiguió una decena de contratos con el Estado venezolano en base al pago de millonarios sobornos a los funcionarios encargado de otorgar las licitaciones.
Halvorssen explicó a los senadores norteamericanos que la empresa Fusion GPS cumple un rol fundamental en el multimillonario esquema de corrupción que beneficiaría al régimen venezolano liderado por Nicolás Maduro, en abierta violación a la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA).
El denunciante dijo que desde 2012 empezó a investigar el escándalo de corrupción protagonizado por Derwick Associates, una compañía creada por un grupo de jóvenes venezolanos ligado al gobierno de Hugo Chávez, cuyas actividades ilícitas se realizaron en suelo norteamericano.
De acuerdo a Halvorssen “el esquema de corrupción de Derwick incluyó bancos, empresas e incluso los tribunales de los Estados Unidos. Esta historia debería haber recibido una extensa exposición en las primeras páginas de los periódicos nacionales de Estados Unidos, sin embargo los responsables del esquema de corrupción contrataron a la empresa Fusion GPS para evitar que el caso fuera reseñado por los medios”.
Halvorssen dijo que “Fusion GPS actuó como agente de relaciones públicas en nombre de un director extranjero pero dicha empresa nunca fue registrada bajo la ley FARA, lo que le permitió participar en nefastas actividades sin el escrutinio público”.
Empresa sin experiencia
En su exposición, Halvorssen aseguró que “el gobierno venezolano (liderado para esa época por el fallecido presidente Hugo Chávez) adjudicó doce contratos de centrales eléctricas a Derwick Associates, una empresa registrada en Barbados sin experiencia previa en adquisiciones y construcción”.
– Los fundadores de Derwick son ciudadanos venezolanos de veintitantos años sin capital, sin ingeniería, sin antecedentes y sin ninguna experiencia de trabajo relevante. Con lo único que contaban era con una disposición a pagar cientos de millones de dólares en sobornos a funcionarios del gobierno de Chávez.
Advirtió que “Derwick obtuvo las turbinas para las centrales eléctricas a través de un intermediario que recorrió los astilleros de salvamento alrededor del mundo, incluyendo en Tanzania, Qatar y China. Algunas partes vendidas al gobierno de Venezuela llegaron incluso de plantas de energía desmanteladas hace décadas en California y Mississippi”.
En su testimonio frente al Senado norteamericano Halvorssen dijo que “Derwick sobrefacturó al gobierno venezolano por un equipo de segunda mano, cuyo costo superó inclusive al precio de uno nuevo y -además- contrató a otras compañías para hacer el trabajo de construcción. El sobreprecio fue de más de $ 2 mil millones de dólares”.
Explicó que “los directores de Derwick, Leopoldo Betancourt-López, Pedro Trebbau-López, Francisco Convit-Guruceaga, Edgar Romero-Lazo, Domingo Guzmán-López y Francisco D’Agostino Casado, tienen casas en los Estados Unidos, lavaron la mayor parte de los fondos robados al tesoro venezolano través del banco J.P. Morgan, y pagaron la mayoría de los sobornos por medio de la Banca Privada d’Andorra, donde establecieron cuentas para cancelar las coimas a los funcionarios del gobierno venezolano en el gabinete de Chávez”.
Estas cuentas bancarias de Andorra -acota- se convirtieron posteriormente en el foco de una investigación. Recordó que la corrupción de Banca Privada d’Andorra produjo un escándalo público en España, a tales extremos que en 2015 el banco fue designado “Una preocupación principal de lavado de dinero” por parte del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (FinCEN).
Aseguró que “los directores de Derwick continúan operando con impunidad en Venezuela y en los Estados Unidos”. Asimismo, informó que “bajo los auspicios del gobierno de Maduro, el Estado venezolano provee un aparato de seguridad a Derwick, y que la petrolera estatal venezolana (Pdvsa) les ha otorgado desde entonces importantes concesiones de petróleo y gas.
En los Estados Unidos, según se informó el fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de New York, estos empresarios están siendo objeto de investigaciones federales por parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el Departamento del Tesoro, el Fiscal de Distrito de Nueva York, y la Agencia Antidrogas Americana (DEA).
Según el denunciante, “Derwick ha robado diez veces más la cantidad involucrada en el infame escándalo de corrupción que envolvió a los directivos de la FIFA en 2015 y varias veces más que el robo de impuestos en Rusia que llevó al asesinato de Sergey Magnitsky. Sin embargo, no ha habido casi ninguna cobertura de los medios sobre el comunicación y las acciones judiciales se han paralizado”.
Uno de las razones por las cuales no hay cobertura mediática de este caso es el trabajo realizado por la empresa Fusion GPS”, explicó.
En 2014, Fusion GPS comenzó a trabajar en nombre de Derwick para asegurar que la evidencia de sus crímenes y la narrativa de su espectacular robo nunca apareciera en los medios de comunicación de los EEUU.
Los medios de comunicación eran una amenaza significativa para Derwick porque, a pesar que las autoridades tenían a Derwick en su radar, la exposición prominente de la prensa aceleraría una acusación formal.
Los cofundadores de Fusion GPS, Glenn Simpson y Peter Fritsch tenía un amplio conocimiento de cómo funcionan los medios, ya que habían trabajado en el Wall Street Journal por un período combinado de más de dos décadas. Durante su tiempo en ese medio, publicaron artículos que precedieron a investigaciones criminales, acusaciones y arrestos.
Halvorssen afirmó que “Fusion GPS entiende cómo funciona el medio, cómo matar una historia, cómo fabricar suficiente elementos para lanzar una investigación periodística, y lo que se necesita para descalificar a un periodista para que deje de escribir sobre una historia. Trabajando junto a su colega Tom Catan, consiguieron el objetivo que era garantizar que los denunciantes en el caso Derwick sufrieran grandes daños en su credibilidad y reputación”.
“Fusion GPS ideó campañas de difamación, preparó expedientes que incluyeran información falsa, noticias de calumnias cuidadosamente colocadas y posiblemente -incluso- organizó una ruptura en el hogar de uno de los principales denunciantes. Tengo conocimiento de primera mano sobre la amplitud y la intensidad de sus actividades porque personalmente experimenté la ira de Fusion GPS”, aseguró Halvorssen.
“A finales de 2013, el Wall Street Journal asignó al periodista José de Córdoba, (corresponsal para asuntos Latinoamericanos) para investigar los supuestos crímenes de Derwick Associates. Después de varios meses de investigación, De Córdoba produjo una historia sobre Derwick tan convincente que estaba programada para publicarse en la primera página del periódico. Yo era una de las fuentes principales en ese artículo”, dice el denunciante.
Antes de que apareciera la historia, el periodista De Córdoba fue invitado a visitar Venezuela junto a los directores de Derwick. El señor De Córdoba viajó a Caracas en julio de 2014, donde fue saludado en las oficinas de Derwick por el directivo de Fusion GPS de Peter Fritsch, quien a su vez era el ex supervisor de De Córdoba. De Córdoba describió esta flagrante táctica de intimidación como algo que le hizo sentir incómodo”.
“Fritsch envió a De Córdoba un expediente que contenía información falsa y despectiva sobre mí y sobre los otros denunciantes que habían llamado la atención sobre Derwick”, afirmó Halvorssen.
“Fritsch también le dijo a De Córdoba que los denunciantes formaban parte de una campaña de difamación pagada contra los acertados y honrados empresarios venezolanos. Irónicamente, en este cuento, Fritsch invirtió los papeles de su organización y la oposición que había sostenido contra Derwick”, argumentó Halvorssen.
“Fusion GPS fue responsable de la campaña de difamación cuyos objetivos fueron desacreditar un grupo de gente honesta que trataron de exponer la corrupción del régimen de Hugo Chávez y sus aliados de la empresa Derwick. De Córdoba me informó que la información contenida en el expediente sobre mí no era creíble”, acotó el denunciante.
Después de su regreso a los Estados Unidos, los supervisores de De Córdoba en el periódico recibieron múltiples cartas de amenaza enviadas por el abogado contratado por Derwick, Adam Kaufmann del bufete Baach, Robison & Lewis con sede en la ciudad de Nueva York.
Kaufmann tiene una relación de más de 20 años con los principales socios de Fusion GPS. Este abogado fue contratado por Derwick para pagar los honorarios de Fusion GPS y hacer los documentos, incluyendo todas las facturas de servicio que estarían cubiertas por el privilegio de abogado-cliente.
El Wall Street Journal nunca publicó la historia sobre los crímenes de Derwick gracias a las acciones emprendidas por Fusion GPS. Múltiples historias en varios medios de comunicación también fueron torpedeadas por esa empresa antes de su publicación, incluyendo reportajes en prominentes medios de comunicación como Bloomberg News y The Economist en Londres.
– Además de proteger a Derwick de los informes de investigación periodística en su contra, Fusion GPS también se dedicó a atacar a Alek Boyd, un prolífico periodista de investigación residenciado en Londres. Boyd había publicado en su blog personal extensos reportajes sobre la corrupción de Derwick. Fusión GPS diseñó una campaña de descalificación con falsas acusaciones en contra de Boyd a quien señaló de ser un notorio pedófilo, un narcotraficante convicto, un ladrón de coches y un extorsionista.
Tras las acusaciones sin fundamento, Boyd incrementó las publicaciones en línea sobre Derwick y aumentó su escrutinio sobre los directivos de la empresa. Semanas después de dichas publicaciones, en un crimen no resuelto, tres hombres irrumpieron en la casa del periodista en Londres, robaron su computadora y colocaron fotografías de sus hijas, tomadas con un teleobjetivo, en los bolsillos de su impermeable.
Boyd recibió posteriormente una carta anónima manuscrita donde lo amenazaban que iban a violar a sus hijas.
Varios meses después de este hecho, Simpson y Fritsch continuaron contactando a periodistas que estuvieran escribiendo historias sobre Derwick. Esta vez le tocó a Kenneth Silverstein, a quien le proporcionaron un expediente similar al que le habían dado a De Córdoba.
Silverstein procedió a escribir mensajes vituperantes en blog y en más de una docena de medios de comunicación social donde afirmaba -falsamente- que yo sufría de adicción a la heroína, que fui enviado a un centro de rehabilitación de drogas en Tennessee, y que Peter Thiel, una ex pareja romántica, había pagado por mi supuesta rehabilitación. También repitió la acusación contra Boyd y contra otros denunciantes. Silverstein me acusó falsamente de pedofilia y escribió sobre el mal uso de las donaciones hechas a la Fundación de Derechos Humanos (HRF) y que asistía a los eventos de trabajo drogado.
Ninguna de estas terribles acusaciones tienen alguna base de hecho. Fusion GPS arregló para que estas versiones fueran publicadas y difundidas ampliamente para castigarme por ser uno de los principales denunciantes de Derwick, poniendo de relieve mi credibilidad como defensor de los derechos humanos.
“Aunque Silverstein ha declarado públicamente ser partidario de Hugo Chávez y de la dictadura de Venezuela, las evidencias también sugieren que Fritsch pagó a Silverstein y que ésta no sería su primera colaboración”, aseguró.
“Como dijimos, más allá del señor Boyd y de mí, hay un puñado de otros periodistas involucrados en las denuncias del caso penal Derwick que también han sido sujetos de las tácticas de Fusión GPS”, explicó.
Asimismo, Halvorssen citó el caso del ex embajador de los Estados Unidos en Venezuela, Otto Reich, quien presentó una querella contra Derwick por difamación basada en la ley federal contra la extorsión criminal y las organizaciones corruptas (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act -RICO) en un tribunal de Nueva York. “Esta demanda fue recientemente desestimada por motivos jurisdiccionales, aunque los acusados de Derwick han viajado más de cien veces a los Estados Unidos, poseen casas en Miami y Nueva York, el juez encontró que sus contactos con los Estados Unidos no eran suficientes para someterlos a la jurisdicción del tribunal”.
Continuó señalando que “Más allá de calificar a Derwick Asociados como una empresa criminal, prominentes abogados que se especializan en la Ley RICO me han sugerido que los directores de Fusion GPS están operando como una empresa criminal que
viola la Ley RICO por represalia contra los denunciantes que se han puesto en contacto con las agencias de aplicación de la ley”.
Más allá de la conducta de sus clientes para vilipendiar y desacreditar a cualquier denunciante, Fusion GPS no ha podido registrarse bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA), afirmó Halvorssen.
Dijo además que “Los directores de Derwick Asociados han sido investigados por el Departamento de Estado de los EEUU, en el Congreso de Estados Unidos, y en la Casa Blanca como merecedores de sanciones individuales y la imposición de una prohibición de visa”.
Advirtió que “Fusion GPS, sin duda, ha intentado influir en la política en nombre de los directivos de Derwick, quienes son parte indistinguibles del gobierno de Venezuela y del abuso del aparato de seguridad venezolano, bases militares nacionales y aeropuertos restringidos; de los altos funcionarios gubernamentales, incluido el Presidente Nicolás Maduro y su familia, y de su capacidad para escapar del enjuiciamiento por sus múltiples crímenes en Venezuela.
Cualquier acto de corrupción en conjunción con la dictadura de Venezuela es por necesidad una acción que faculta a ese gobierno y le permite que siga ofendiendo la responsabilidad democrática y violando los derechos humanos con impunidad.
Los funcionarios corruptos de la dictadura serían impotentes si no tuvieran cómplices en el mundo de los negocios, y estos cómplices, a su vez, serían aliados inútiles sin facilitadores como Fusion GPS, empresa que está dispuesta a blanquear y a beneficiarse de sus crímenes.
Halvorssen dijo los siguiente: “Los que han optado por exponer estos abusos de poder no somos las únicas víctimas aquí. Consideren que ninguna de las plantas de energía construidas por Derwick en Venezuela están funcionando correctamente, lo que lleva consigo un enorme costo humano: los apagones ocurren diariamente en toda Venezuela; los hospitales no tienen electricidad y dependen de linternas y teléfonos celulares para encender sus quirófanos; las instalaciones de vivienda pública en edificios de gran altura requieren que los inquilinos ancianos suban múltiples escaleras porque los ascensores no tienen electricidad; en el caso de los alimentos (que es un recurso escaso en Venezuela) se pudren porque en millones de hogares los refrigeradores no funcionan; hay miles de accidentes de tráfico porque las calles y carreteras no tienen iluminación. Imagínese qué horrible debe ser vivir en un país donde durante, varias horas al día, todos los días, la población rural sufre apagones.
Más adelante concretó que “Fusion GPS no es una “investigación de la oposición” o una empresa de comunicaciones de crisis. Fusión GPS es un grupo de expertos -altamente remunerados- que funcionan como un accesorio de los crímenes cometido por Derwick Associates. Como tales, son en parte responsables de la injusticia y el sufrimiento provocados por las acciones de Derwick en Venezuela”.
Halvorssen instó a los senadores a que investiguen las actividades de Fusion GPS y -especialmente- su disposición a pagar a los periodistas a cambio de la publicación de pruebas infundadas sobre algunas personas que representan un desafío para sus clientes.
¿Quién es el denunciante?
Thor Halvorssen es presidente de HRF, una organización internacional con 12 años de antigüedad en la defensa de los derechos civiles y políticos en los países autoritarios, integrada -además- por el Premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel; el presidente checo, Václav Havel; el embajador de las Naciones Unidas, Armando Valladares, y el campeón de ajedrez Garry Kasparov, entre otras personalidades.
Asimismo, preside el Foro de Libertad de Oslo, una reunión internacional que lucha contra las dictaduras en todo el mundo. Es investigador y escritor especializado en materia de corrupción y las violaciones de los derechos humanos.