La sanción internacional más temida es que EEUU suspenda la compra de petróleo venezolano


La sanción internacional más temida es que EEUU suspenda la compra de petróleo venezolano

Internacionalistas califican las posibles medidas contra Venezuela como "una espada de Damocles que pende sobre el país" 


EMMA SÁNCHEZ ÁLVAREZ / CHEFI BORZACCHINI

Los internacionalistas Alcalay, Romero y Torres advierten que sanciones comerciales contra Venezuela "profundizarían la crisis humanitaria y entraríamos en default". Laila Tajeldine dice: "Venezuela jamás se arrodillará ante pretensiones de EEUU"

“Estados Unidos no se quedará quieto mientras Venezuela se desmorona. Si el régimen de Maduro impone su asamblea constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará fuertes y prontas acciones económicas”. Ese fue el pronunciamiento del presidente Donald Trump, en un comunicado difundido el pasado 17 de julio.

Para algunos especialistas de la diplomacia y la relaciones internacionales, ese día se abrieron las compuertas para que no solo EEUU, sino otros países y organismos internacionales comenzaran a pronunciarse y a estudiar sanciones concretas en contra del Gobierno del presidente Nicolás Maduro y del Estado venezolano.

Así, el pasado 26 de julio, el Departamento de Estado de EEU confirmó sanciones individuales contra 13 funcionarios y exfuncionarios del gobierno venezolano. Se han sumado los gobiernos de México, Argentina, Colombia, Chile, España, varios países del Mercosur, el Parlamento europeo y la ONU, que este viernes hizo un llamado al Ejecutivo venezolano.

Visto este panorama, que pareciera una “espada de Damocles” sobre el país y los venezolanos, Contrapunto entrevistó a cuatro internacionalistas y especialistas en la materia: Milos Alcalay, también ex embajador; María Teresa Romero, profesora y comentarista de temas diplomáticos; la abogada y profesora en Derecho Internacional, Laila Tajeldine, y el profesor de la UCV, Eloy Torres. El tema central: ¿Cómo la “presión internacional” afecta no solo a las empresas del Estado, sus negociaciones y acuerdos, sino también directamente a los venezolanos “de a pie”.

Alcalay: Las sanciones son una bola de nieve

–¿Qué significan las sanciones individuales que ha impuesto el gobierno de Estados Unidos a 13 funcionarios públicos en Venezuela, a las que que sumó Colombia y pareciera que México, Argentina y la Unión Europea?

–Es la continuación de una serie de medidas que ha venido adoptado el gobierno de los EEUU, con órdenes ejecutivas, contra la radicalización de un gobierno que incumple, no solamente con la Constitución, sino también con los acuerdos internacionales. Entre las medidas están las sancionados para aquellos funcionarios que han violado los principios de la democracia recogidos en la Carta Democrática Interamericana, como es el caso de la señora Tibisay Lucena, así como de otros que tienen el deber de defender y promocionar los derechos humanos y los han incumplido, como en el caso de Tarek William Saab. También incluyen a otros que han estado vinculados con el narcotráfico y otros delitos conexos; entre ellos, algunos militares de alto rango.

Esto, añadió, "es una bola de nieve que rechaza la tentación totalitaria del presidente Maduro. La decisión de los EEUU -a la que se suman la Unión Europea, México, Argentina y Colombia- lo que provoca es el aislamiento del Gobierno venezolano dentro de la comunidad internacional; y con ello, cada vez más, se profundiza la crisis humanitaria al rechazar cualquier tipo de solución o ayuda que nos permita salir de la actual encrucijada en la que nos encontramos".

–La situación alimentaria tiene efecto directo en los venezolanos…

–La situación sería muy grave. Pero debo decir que hay un aspecto positivo, y es que muchas de las instituciones y personalidades han ofrecido dar su concurso para solucionar la crisis alimentaria y de medicamentos. No obstante, el Gobierno, de manera obstinada, se ha negado a aceptar cualquier tipo de ayuda.

–¿Cree usted que algunos países se nieguen a vender productos a Venezuela luego de que se realice la elección constituyente?

–Todo depende de la prepotencia del Gobierno, que con una visión más radical está aferrado a mantenerse en el poder. Es evidente que cualquier tipo de sanción de este tipo lo que va a hacer es agravar la situación económica y social, y esto sería un duro golpe para todos los venezolanos; pero es porque el gobierno, de manera obsesiva y obstinada, no quiere reconocer que tiene que cumplir con las normas de derecho internacional, la Constitución y el mandato del soberano.

El Ejecutivo "tiene la solución en sus manos", puntualizó. "Los efectos concretos ya los estamos viviendo con Avianca, Delta y otras aerolíneas que ya se fueron hace más de un año. Las líneas aéreas se irán, la importación de productos no se hará, y si se hace, será con altos intereses; no va a haber crédito internacional y por ende todo se tendrá que hacer con dinero en efectivo, y con la crisis monetaria que hay es imposible que se haga. También significa desabastecimiento, el riesgo del país será mayor, lo que pondrá en alza los intereses. En fin, un caos adicional mucho más grave del que ya tenemos en las calles. De paso, en el país además se ha destruido la producción agropecuaria, han cerrado muchas empresas y golpeado a los sindicatos con éxodo masivo de millones de venezolanos".

–¿En qué medida se ven afectadas nuestras relaciones con los países y organismos multilaterales?

–Más aislamiento, porque Venezuela ya está aislada. No hay ningún mandatario que visite Venezuela, salvo los incondicionales. No hay apertura de créditos de instituciones bancarias, no solamente la del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, sino también de la Unión Europea. No hay posibilidad de inversión en estas condiciones. Cada día cierran más empresas y fábricas extranjeras que tuvieron sedes en Venezuela. De manera que, si no hay una rectificación profunda por parte del Gobierno, lo que viene es un abismo para el país y se nos cerrarán muchas puertas internacionales.

Romero: Si EEUU no nos compra petróleo, el régimen no sobrevivirá

–¿Usted cree que el gobierno de EEUU decida suspender las compras petroleras a Venezuela?

–Si, es posible porque el gobierno de Donald Trump, a instancias de un grupo de congresistas estadounidenses, tanto del partido Republicano como del partido Demócrata y de sus asesores, lo está considerando muy seriamente en el caso de que el régimen imponga una constituyente que, obviamente, no tiene apoyo popular.

–¿Qué consecuencias tendría esa medida tanto para la población como para el gobierno?

–Para el gobierno venezolano sería un golpe devastador. Cabe recordar que, si bien desde la administración Obama ya Estados Unidos ha venido reduciendo su dependencia de las importaciones petroleras -tanto del Medio Oriente como de Venezuela-, sigue siendo un comprador importante de petróleo venezolano. En la actualidad Venezuela vende unos 700 mil barriles diarios de crudos, fundamentalmente pesados, a los Estados Unidos, a través de su empresa Citgo; y compra entre 100 mil a 200 mil barriles de productos livianos a empresas norteamericanas para solventar sus fallas, tanto en el mercado interno como en sus compromisos internacionales. Sin la venta de petróleo a EEUU, al régimen de Maduro le sería muy difícil sobrevivir. El mayor afectado seria el gobierno, porque lo que hoy recibe por la venta de petróleo a EEUU no lo invierte en la población venezolana sino especialmente para el pago de la deuda externa y para su propio beneficio, no para el beneficio del bien común de los venezolanos.

–¿Cómo calificaría un posible embargo petrolero?

–Como una acción fuerte y extrema por parte de los EEUU pero autónoma y soberana, que se toma ese país ante la negativa de la comunidad democrática internacional, especialmente de los miembros de la OEA, de actuar conjunta y colectivamente para la búsqueda de soluciones en la crisis venezolana. Cuando no funcionan las acciones multilaterales, se producen actuaciones unilaterales; en particular, de las potencias.

–¿Usted cree que EEUU ha aprendido acerca de si la presión internacional funciona o no, tomando por ejemplo los más de 50 años de embargo a Cuba?

–El caso de Cuba es diferente del venezolano. En Cuba no ha funcionado tan bien porque no todos los gobiernos actuaron de la misma forma que EEUU. Muchos gobiernos siguieron comerciando y ayudando a Cuba; incluso algunos, como Rusia y Venezuela, la mantuvieron financieramente por muchos años. Además, el propio EEUU no ha seguido el embargo a pie juntillas. Creo que EEUU ha aprendido que los embargos funcionan si se aplican bien, y mejor colectivamente. Pero son una medida extrema que les traerá consecuencias negativas, sobre todo en términos de imagen internacional. La izquierda castrochavista, y la radical mundial, se encargarán de manipular el sentimiento nacionalista de los venezolanos.

Tajeldine: Venezuela no se arrodilla ante pretensiones de EEUU

–Desde su punto de vista ¿cómo afectan al gobierno venezolano las sanciones que Estados Unidos está buscando acelerar, así como las adhesiones que están haciendo otros países y las manifestaciones de rechazo a la constituyente que han expresado algunos organismos internacionales?

–En primer lugar tenemos que estar claros en que las sanciones internacionales tienen un efecto para la persecusión política contra las naciones, a fin de presionarlas para que se enrrumben hacia las políticas y hacia los intereses de quienes las aplican. Y justamente tenemos que decir que toda medida coercitiva con efecto extraterritorial, que se genera tanto de parte de EEUU como de otras naciones aliadas, es un delito en sí mismo que viola el principal principio de determinación de los pueblos; viola la prohibición de injerencia en los asuntos internos de los Estados. Todo ello es parte de incumplimiento a las normativas internacionales.

–¿Prosperará esa primera sanción de EEUU a funcionarios del Gobierno de Maduro? ¿Cree usted que se profundizarán?

–No es la primera vez que EEUU aplica sanciones de ese tipo. Lo hicieron con Siria, con El Líbano, Rusia, con Irak, con Cuba. Venezuela no deja de estar en esa lista. Esas presiones tienen como objetivo doblegar la soberanía de las naciones, y sea contra funcionarios o no, van dirigidas en contra de los propios Estados. En el caso de nuestro país es un medio coacción en contra del sistema político venezolano, que pretende el derrocamiento del Gobierno.

–Estas medidas de EEUU, y las de otros países que han manifestado abiertamente no estar de acuerdo con la constituyente, ¿podrían provocar un viraje de la política internacional y diplomática del Gobierno del presidente Maduro?

–Nosotros tenemos mucha claridad de lo que se pretende hacer con Venezuela: que nos arrodillemos ante la política y ante las pretensiones de los Estados Unidos. Buscan una Venezuela sometida al Fondo Monetario Internacional, por ejemplo. Pero entendemos que hay intereses foráneos por nuestros recursos, y teniendo bien claro el por qué nos atacan, Venezuela en revolución jamás variará su política de defensa de su soberanía y en defensa de principios del derecho internacional. Estamos claros en que Venezuela cumple y quiere que los demás países cumplan con el respeto a la autodeterminación del pueblo venezolano. Por eso es que nuestro país no tiene por qué cambiar su política internacional. Quienes tienen que cambiar son los otros países que, como Estados Unidos y la Unión Europea y sus demás serviles aliados, nos quieren establecer sus políticas hegemónicas, que han sido un fracaso.

Torres: las sanciones son medidas para presionar al Gobierno

–¿Qué peso tienen para el Gobierno las sanciones comerciales, económicas y financieras?

–Son dos tipos de sanciones las que están planteadas. La primera, la sanción individual, que es la impuesta por las autoridades norteamericanas a 13 funcionarios del Gobierno. La segunda, la sanción general que se le podría aplicar a Venezuela por parte de los factores internacionales para que el Gobierno de Maduro pondere y cambie su actitud. Considero que es poco probable que este tipo de sanciones modifique de alguna manera la actuación del Gobierno, que no comprende que la realidad se le está viniendo encima, que se trata de todo el país y no de sus pequeños feudos alrededor de Miraflores.

A su juicio, "el gobierno de Maduro debe entender que Trump podría tomar medidas drásticas, como no comprar nuestro petróleo, decisión que nos colocaría en una situación muy difícil. Yo no lo quiero, no lo deseo y no lo aplaudo porque lo que tenemos o comemos es gracias a ese petróleo que vendemos a los EEUU. Y personalmente creo que son medidas para presionar al gobierno para que encuentre una salida constitucional, democrática, institucional, pacífica y electoral".

–Muchos venezolanos desconocen las consecuencias de sanciones económicas, financieras y comerciales. ¿Cuáles serían las consecuencias más graves si algunos países adoptaran este tipo de medidas contra Venezuela?

–Tendríamos una situación muy tenebrosa para el país. Lo poco que producíamos en el país fue confiscado y secuestrado por el Gobierno. Como tuvieron unos precios elevados del petróleo se dieron el lujo de importar, sacrificando la industria venezolana. Hoy día esos productos provienen de determinados países que ya han amenazado con no venderle más a Venezuela, cosa que no creo que suceda, pero la amenaza en sí es para presionar al Gobierno. Y el Gobierno irresponsablemente, en vez de comprender esto, se enfila por una vía que difícilmente va a salir ganando; por el contrario, va a perjudicar a todos los venezolanos. En caso de que se concreten esas sanciones, como que EEUU no compre más petróleo, podemos entrar en default porque no tengamos con qué pagar lo que debemos, y por ello se nos confisque lo que posee el Estado a escala global; por ejemplo, cualquier envío de petróleo en alta mar, que no nos vendan productos de alimentos. Esto nos colocaría en una hambruna que no quiero imaginar.

–¿Cree que de instalarse la asamblea nacional constituyente se sumarían a las sanciones varios organismos multilaterales como la OEA, ONU, Comunidad Económica Europea, entre otros, para aislar a Venezuela?

–No es para aislar a Venezuela. Es para obligar al gobierno a que cambie su actitud. Insisto: no se trata de aislar al país, es el gobierno el que tiene que tomar las riendas para encontrar una solución positiva para todos. En primer lugar, devolverles a los productores naturales las tierras y empresas confiscadas; permitir el ingreso de alimentos en forma libre y sin tantos mecanismos monopolizadores y de ideologización en la entrega.


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