Por Aura Palermo @APIntegra
“Cristo no podía nacer en cuna rica, no hubiese sido él. Tenía que ser un niño pobre como hemos sido nosotros; tenía que ser un joven pobre; tenía que vivir entre los pobres para poder ser el Cristo Redentor de los pobres y del mundo… Cada día creo más en la idea de Cristo y en su ejemplo. “Lo que Cristo anunció, el reino de la paz, el amor y la igualdad, eso se llama socialismo”.
Hugo Chávez
¿Las Conquistas sociales o la conquista de la sociedad?
Para mentes siniestras que trabajan para el mal como lo son la de Hitler y Fidel Castro para transformar no solo son suficientes los hechos lo que se debe transformar es al Hombre.
En la sociedad actual, en la que el control de los ciudadanos, coercitivo o no, se halla más perfeccionado que en ningún otro momento de la historia de la Humanidad, es importante que sepamos diferenciar a los “malos gobiernos”, de los gobiernos del mal. Su problema no es de la gestión y estructura del poder político, es todo un sistema complejo que se despliega en todos los ámbitos del ser humano a nivel social, cultural, económico, de su pensamiento y hasta espiritual, porque su objetivo es el control absoluto del hombre anulando su libertad de identidad y voluntad.
Esto se desarrolla de la mano de la maquinaria ideológica de un partido único que rinde culto al “Líder Supremo”, al falso Mesías que promete un mundo mejor, la salvación, el “hombre nuevo”, la tierra prometida bajo un tipo de cultura y representaciones simbólicas que lleven al rebaño a la sumisión.
Las ideologías totalitarias funcionan como sectas destructivas, en otras palabras, son un sistema que desbarata la identidad del individuo: sus creencias, su comportamiento, los procesos de pensamiento y las emociones, que constituyen un patrón definitivo formado por la familia, la educación, las amistades y, lo que es más importante, las cosas elegidas libremente por la persona, son sustituidas por otra identidad: una identidad “artificial” como mecanismo de sumisión para el control social.
En los regímenes totalitarios de Hitler, Mao, de Fidel Castro y su creación más reciente, el Socialismo del Siglo XXI de la mano de Hugo Chávez Frías, el control mental es un proceso social, reforzado por el entorno, que debe llevar a la masa a despojarse de su vieja identidad y apegarse a una nueva, la de “El Hombre Nuevo”.
Es por ello que cualquier realidad que pudiera recordarle su identidad original, durante estos 17 años se viene reemplazando, cualquier cosa susceptible de confirmar su anterior forma de ser, es apartada para su destrucción paulatina, y sustituida por la realidad del grupo. Aun en los casos de los individuos que al principio sólo simulen aceptarla, la “nueva realidad” tarde o temprano les llegará.
La ideología totalitaria del Líder “Supremo” al ser interiorizada, sustituye el anterior sistema de valores, este proceso puede ser activado en unas pocas horas, pero habitualmente necesita días o semanas, y hasta años, para consolidarse.
El control mental o «reforma del pensamiento», desde luego, puede encarnarse bajo la apariencia de seres amistosos, carismáticos y bondadosos, de forma que el sujeto no está tan a la defensiva, de esta forma el nuevo sistema de “valores”, es interiorizado en la estructura de una nueva identidad “Chavista, Bolivariana, Cristiana” que no es otra cosa que Castrista.
La manipulación de la conciencia equivale al origen del mal.
En este artículo me referiré a la hipnosis no en su acepción clásica de un estado focalizado de atención, en donde se experimenta pérdida de conciencia durante, o de memoria después del trance. En este caso al hablar de hipnosis trataré de un fenómeno colectivo -hipnosis colectiva- semejante más al de un enamoramiento obnubilado y terco, en donde se obtiene una alteración duradera de la conciencia que permite a la masa actuar, incluso en contra de sus intereses, ya que debilita su capacidad de pensar y comprender con independencia. Para el hipnotizado en estos casos, la percepción del mundo, incluso de un mundo invisible ante los hechos, se vuelve real.
A partir del Siglo XX, se han desarrollado diversos métodos de control hipnótico-subconsciente artificialmente inducido, métodos propagandísticos de control mental y de eliminación de complejos éticos, que producen como mínimo una indiferencia cómplice hacia los demás y a nosotros mismos.
En el control mental no necesariamente, hay abuso físico, los “procedimientos hipnóticos” de hecho se combinan con los de dinámica de grupo, para conseguir un fuerte efecto de adoctrinamiento y culto, el cual lo podemos observar tanto en el Chavismo como en la MUD. Donde la sinergia perfecta entre ambos, permite la retroalimentación positiva del Proyecto Nacional Simón Bolívar (PNSB), necesaria para su implantación sin encontrar ninguna resistencia seria que pueda ponerlo en peligro.
El individuo es engañado y manipulado sin amenaza directa, pero si indirecta y subjetiva, para que acepte las alternativas ordenadas. A diferencia del lavado de cerebro que puede implicar alguna forma de violencia. Estos procedimientos hipnóticos, combinados con los de dinámica de grupo, obtienen un fuerte y consolidado adoctrinamiento al culto de la ideología totalitarista como religión, y a su “Líder Supremo”, al punto que el “Candidato Eterno” de la oposición oficial, imita penosamente al líder de la revolución chavista/castrista, reforzando su imagen redentora, como la de “Cristo en la tierra”.
Es así como este sistema de valores, se interioriza en la nueva identidad: la identidad del “Hombre Nuevo” a la imagen y semejanza del “Líder Supremo”, sin sospechar que cuando sea el momento oportuno, los diablos serán soltados, y la sociedad vivirá los fenómenos morbosos más diversos, superando todo tipo de racionalidad, porque el poder del mal es irracionalmente siniestro.
Para alcanzar una plena realización ciudadana, hay que destruir el control social que el castrismo ejerce sobre cada uno de los ciudadanos, mediante sus cultos a la revolución bolivariana o a la oposición oficialista.
El comunismo una “religión” que rinde tributo al Mal. Una secta destructiva de las sociedades
El comunismo ha sido uno de los más poderosos movimientos políticos e intelectuales del mundo contemporáneo, capaz de suscitar una amplia esperanza colectiva en la posibilidad de crear una sociedad más justa. El mundo catalogó la caída del muro de Berlín (1989) y la implosión de la URSS, como el “acta de defunción” del Comunismo, olvidando que la verdadera lucha por la libertad y la paz, no puede terminar nunca.
Como en toda secta destructiva de sociedades, el comunismo no es solo una ideología (Fe), y un partido (iglesia), para sus seguidores es la construcción científica de la utopía de la “Tierra Prometida”, cuando en realidad, es la reencarnación más terrible del infierno en la tierra, una oscura historia de represión y terror, que ha provocado millones de muertos.
Desenmascarar al régimen chavista-castrista en el terreno neurálgico del control de la sociedad, mediante diversos “métodos de influencia” de la “psicología social marxista”, para moldear y controlar individuos y enteros grupos sociales, contribuiría para colocar la tragedia cubano-venezolana, ante la opinión pública mundial, en su real dimensión “orwelliana”, y denunciar también que esta amenaza, puede perfectamente extenderse a otros países latinoamericanos.
#NoLoLlamesGobierno La Sumisión de Voluntades / Por Aura Palermo https://t.co/f90KPKeGzT pic.twitter.com/V8Doa3p7D2
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