Ahora todos admiten lo que antes nadie podía creer: Venezuela pasó de ser un país rico y próspero a ser un país muy pobre, endeudado, arruinado y con las fuentes que antes le sirvieron de riqueza ahora agotadas. Solo 17 años le tomó a la revolución llevar adelante el plan de empobrecimiento para poder implantar el comunismo, con el cuento de acabar con el capitalismo, acabó con todo, con el estilo y calidad de vida de los venezolanos. Como todo postulado marxista de acabar con las clases sociales, esta revolución acabó con la franja de población más amplia como lo fue la clase media, para todos ser ahora una sola clase, la de pobres.
Diario la nacion
Lo cierto es que los venezolanos avanzamos al punto de quiebre, o se rectifica el rumbo económico, social y político por la vía democrática de un referendo revocatorio, o el destino tendrá por protagonista la calle, de donde el papel del Gobierno será la represión.
Las cifras revelan las razones de la movilidad social y su protesta. El Cendas nos entrega su último informe, datos penosos que desnudan un Gobierno incapaz, sin posibilidad de poder sacarnos de donde nos metieron.
La inflación de la canasta alimentaria anualizada para marzo de este año sobrepasaba 514 %, la escasez de alimentos y medicinas alcanza 75 % y 80 %, respectivamente.
El Gobierno, con un plan revolucionario mal llamado de “rescate de las tierras” productivas, se las quitó a los que las tenían produciendo para reeditar el colectivismo de trabajo agrícola fracasado en todos los países comunistas en donde se intentó implantar, generando las crisis de los alimentos y hambrunas. Expropiaron más de 16 millones de hectáreas productivas; hoy hay 35 millones de hectáreas que fueron productivas pero que ya son “monte y culebra”. El propio informe de memoria y cuanta del ministerio de
Agricultura y Tierras desmiente a los voceros gubernamentales al establecer que en el 2015 el área cultivada fue un 10 % menor que la del 2014
La economía venezolana es una economía de puertos, todo se compra en el exterior, solo que ahora tampoco existen los dólares para comprar ni comida ni medicinas.
La importación buscaba la liquidación del productor nacional y lo lograron.
Intervinieron tanto la economía y controlaron la actividad económica del ciudadano, que los hicieron quebrar, ahora usted tiene dinero, por ejemplo, pero no tiene nada que comprar; si liberaran los precios tampoco aparecerían los productos, es lógico, ya casi nadie produce.
Las protestas están conducidas por un líder, “el hambre”. El Gobierno quería probar la valentía del pueblo y el jueves próximo pasado, de forma espontánea, una protesta se verificó al acabarse productos regulados alimenticios en el centro de Caracas, la gente optó por dirigirse a donde el presidente Maduro, a Miraflores, sin miedo, la consigna “tenemos hambre”. El Gobierno reaccionó como de costumbre, represión adelantada por los colectivos, PNB y GNB. ¿Se detendrán las protestas?
Por el móvil, que no es golpista ni opositor, sino “hambre”, creo que seguirán. El venezolano sabe que su pobreza llega de la mano de las decisiones del presidente Maduro. Los venezolanos demostraremos que no somos Cuba, defendemos el derecho constitucional a estar mejor y a condenar a los que nos trajeron a la miseria y a la muerte por falta de medicinas. El hambre no espera por diálogos ni revocatorios.
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